lunes, 16 de noviembre de 2009

Lázaro ven fuera

Juan 11:1-44, V.C. Juan 11:25 y 26 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

En la palabra de esta noche aprendemos de Jesús que va a Betania con el propósito de levantar de los muertos a su amigo Lázaro, sin embargo el propósito más grande para Jesús era el de revelar la Gloria de Dios y su propia identidad de hijo de Dios. Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida” Jesús no quiere que nuestra vida este bajo el poder de la muerte, sino que Jesús quiere que vivamos con la esperanza y la fe depositadas en Él que es la resurrección y la vida, de esta manera podemos glorificar a Dios y tener la vida victoriosa.

Primera parte “Para la Gloria de Dios” (1-6)

En los versículos del 1 – 3 Juan presenta a María, Martha y Lázaro. Ellos amaban a Jesús y Jesús les amaba. María demostró su amor sacrificante tanto que derramó una libra de perfume de nardo, muy costoso, ungiendo los pies de Jesús, enjugándolos con su cabello.
Por su parte, Martha se veía como la hermana mayor, trabajadora y diligente, era la clase de personas que sirve a otros de todo corazón. No sabemos mucho sobre Lázaro, excepto que estaba enfermo. Al ser el hijo varón, entre las dos hermanas, él era el líder de su familia, Lázaro significaba todo para sus hermanas y cuando Lázaro enfermó, ellas habrían tratado todo pero Lázaro no había mejorado, sino que empeoraba hasta debatir entre la vida y la muerte. Entonces decidieron enviar un mensaje a Jesús el cual decía: “Señor, he aquí el que amas está enfermo”. Ellas creían que Jesús podría curarlo, esperaban que el Señor llegara lo antes posible.

¿Qué sucedió cuando Jesús escucho este mensaje tan urgente? vamos a leer juntos el versículo 4, “Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” Jesús comprendió de inmediato la gravedad de la enfermedad, sin embargo Jesús no dijo: “estaré ahí de inmediato” en cambio Jesús dijo: “Esta enfermedad no es para muerte”, Jesús vio este suceso como la lucha contra el poder de la muerte, declarando la victoria desde el principio. Mientras todos creían que la enfermedad de Lázaro era la tragedia más grande, Jesús lo vio según el punto de vista de Dios, y supo que era el comienzo de la obra que revelaría la gloria de Dios, y la identidad de Jesús como hijo de Dios.

La familia de Lázaro experimento la situación inesperada, y su corazón se lleno de miedo, A través de las pruebas Dios muestra su amor para los hombres, al experimentar las pruebas de Dios, nuestra fe se purifica y madura, así Dios prepara nuestro interior para que podamos ser usados en su gran obra de salvación.

¿Cómo ayudo Jesús a Martha y María? Miren los versículos 5 y 6 “Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.” Jesús fue como el padre de esta familia. Para un padre, si un hijo se enferma su única preocupación es sanarlo, y seguramente Jesús quería sanar a Lázaro. Jesús conocía la angustia de corazón que estaban sintiendo Martha y María al ver morir a su hermano. Para cualquier hombre ver sufrir a una mujer es muy doloroso y la mayoría de los hombres haría lo que fuera por consolar, aunque sea por un momento, a una mujer que sufre. Pero Jesús fue diferente. Él se quedó en el lugar donde estaba por dos días más. El amor de Jesús no solo hace sentir bien a las personas, resolviendo los problemas momentáneamente, sino que hace que el nombre de Dios sea exaltado, de esta manera Jesús alivió el problema de la familia de Lázaro desde la raíz. El amor de Jesús vivifica a los hombres.

Martha y María aunque decían que amaban a Jesús no dependían totalmente en Jesús, ellas dependían más en Lázaro. Por eso aunque creían en Jesús, ante un problema grande, cayeron en temor y desesperación. Aunque decimos que creemos en Jesús, con facilidad podemos llegar a depender más en las cosas del mundo, pero cuanto más dependemos en estas cosas más nos decepcionan y nos debilitan. El único objeto en el cual verdaderamente podemos depender es Dios Todopoderoso.

Segunda parte “Jesús enseña la fe de resurrección a sus discípulos” (7-16)

Después de dos días, Jesús dijo a sus discípulos, “Vamos a Judea otra vez.” Esta no era la clase de “buenas noticias” que los discípulos querían escuchar, miren el versículo 8 “Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?” En los discípulos aun estaba muy fresco el recuerdo de los líderes religiosos, con grandes piedras y con cara de pocos amigos, y estas imágenes eran tan vividas, más que cualquier pantalla de “mega ultra alta definición” y les hacían temblar sus piernas. Cuando Jesús dijo con determinación “Vamos a Judea otra vez” ellos deberían de haber dicho, “Señor, si Señor”. Sin embargo ellos llenaron su interior de miedo, y solo cuestionaron la decisión de su Maestro.

Sin duda hoy sabemos muchísimo más sobre el miedo, que en cualquier otro tiempo, pero el tener el miedo bien identificado y bien clasificado, no nos ayuda de nada, ya que el fundamento del miedo es la muerte. Por esta causa, cuando era hora de regresar a Judea, los discípulos estaban llenos del miedo a la muerte. Satanás usa el poder de la muerte para aterrar a las personas y hacerlas sus prisioneros.

¿Cómo ayudó Jesús a sus Discípulos? Miren los versículos 9-10. “Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.” Estas 12 horas, es el tiempo del día en el cual podemos disfrutar de la luz solar. Podemos andar sin tropezar, pero si andamos de noche, al faltar la luz, podemos caer. La luz, se refiere a Jesús, que es la luz del mundo. Cuando estamos con Jesús, podemos saber el propósito de nuestra vida y tenemos el discernimiento espiritual. Pero cuando andamos en pecado y oscuridad, tenemos inseguridad y tenemos miedo a desafiar lo que no podemos ver.

¿Cómo es el punto de vista de Jesús sobre la muerte? Miren el versículo 11, “Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.” Para Jesús el morir es sinónimo de dormir. Cuando despertamos después de dormir, nuestra cansancio es eliminado, al dormir, tenemos la seguridad que despertaremos al siguiente día, por eso lo podemos hacer tranquilamente. Para Jesús, la muerte no es un final definitivo, después de la muerte está la resurrección. Cristo tiene el poder de resurrección y el poder sobre la muerte, por tanto no es necesario el tener miedo a la muerte.

Sin embargo los discípulos no comprendieron las palabras de Jesús, y creyeron que si Lázaro dormía no era necesario el ir a despertarle, ya que él lo haría naturalmente, después del “kikiriki” del gallo. En los versículos 14 y 15, Jesús claramente les dijo que Lázaro había muerto, el principal propósito de resucitar a Lázaro, era para sembrar la fe de resurrección en el corazón de sus discípulos. Pronto Jesús moriría en la cruz para la redención de los pecadores, y al tercer día resucitaría e iría al cielo, entonces los discípulos serian los encargados de la obra de Dios en la tierra, sin la fe de resurrección no podrían salir y hacer la obra de Dios. Siendo esclavos del pecado los hombres no pueden dar gloria a Dios. El deseo de Jesús es que aprendamos la fe de resurrección, Solo con la fe de resurrección, podemos conquistar desde los campus universitarios, la universidad de Guadalajara, América latina, y los 233 países del mundo, para la gloria de Dios.

Tercera parte,” Jesús la resurrección y la vida” (17-44)

Al ver los versículos 17 y 39 nos damos cuenta que cuando Jesús llegó a Betánia, Lázaro tenía 4 días muerto. La muerte de Lázaro afectó a sus hermanas haciéndoles perder el ánimo de vivir. Y aunque habían venido muchos conocidos, a consolarlas y llorar juntos, esto solo les hacía perder aun más la esperanza y cada momento pensaban que ya era imposible ver de regreso a Lázaro.

¿Qué hicieron Marta y María cuando Jesús llegó a Betania? Marta salió inmediatamente y fue a donde estaba el Señor. Sus palabras fueron: Miren el versículo 21: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Ellas verdaderamente amaban y tenían gran respeto a Jesús al llamarle “Señor”. Marta y María habían depositado toda su esperanza y fe en Jesús para sanar la enfermedad de Lázaro, pero cuando Lázaro murió, ellas pensaban que Jesús ya no podía hacer nada. Su fe y su esperanza estaban totalmente limitadas por el poder de la muerte, y este poder de la muerte les hizo también limitar el poder de resurrección de Jesús.

¿Cómo fue la fe de Marta? Miremos el versículo 22; Ella dijo al Señor: sé, que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Aunque Marta sabia que todo lo que Jesús le pedía a Dios en oración, Dios lo contestaba, ella no dejó de pensar en Jesús como un profeta más o como hombre de Dios, hasta este momento Marta no conoció a Jesús como el hijo de Dios y como Dios mismo para quien no hay nada imposible. En nuestra vida no es suficiente “saber” sobre el poder de Jesús. La fuerza de la fe no está en “saber” sino en “creer”. Dios no hace su obra a través de los hombres que “saben”; Dios hace su gran obra a través de la fe de los hombres que “creen”, en el poder de Jesús. Marta estaba aun dominada por el fatalismo que sentía por la muerte, este fatalismo la hizo impotente y aunque sabia del poder de Jesús no podía creer en él.

¿Cómo contestó Jesús la confesión de Marta? Miren el versículo 23; Jesús le dijo: “Tu hermano
resucitará” las palabras de Jesús significaba que el resucitaría a Lázaro y lo haría muy pronto. Y era el tiempo para que Marta contestara con un fuerte “Amén” seguido de un “Gloria a Dios”, sin embargo ella solo añadió. “Yo sé que resucitara en el día postrero” sin embargo este era un punto de vista sobre la resurrección que tenían por lo general la mayoría de los Judíos. Marta no pudo creen en Jesús, aunque el mismo le decía que Lázaro Resucitaría. Marta aun estaba atada por el poder de la muerte.

Cuando el poder de la muerte inunda el interior de los hombres, les hace perder la esperanza y la fe verdaderas, los esclaviza y les siembra el fatalismo ¿Qué tanto estamos dominados por el poder de la muerte? Podemos llegar a confesar que creemos en Jesús pero si en nosotros aun hay ira, enojos, quejas y sufrimos por la preocupación, tenemos sentimiento de pérdida, tenemos miedo por nuestro futuro y no tenemos esperanza, entonces son los síntomas claros de una vida de fe muerta.

Que le dijo Jesús a Marta, vamos a leer el versículo 25 y 26: Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Esta era la palabra especialmente preparada para el corazón de Marta, Jesús declaro que Él era la resurrección y la vida, Jesús es en esencia Dios creador, quien creó los cielos y la tierra; Es quien dio vida a todos los seres vivos, y les hizo respirar. “Yo soy la resurrección y la vida” esta en tiempo presente, las palabras de Jesús no dijeron que era la resurrección y la vida, o que sería la resurrección y la vida, sino que dice que “hoy” es la resurrección y la vida. Jesús no solo tiene el poder para quitar la enfermedad, sino que él tiene el poder de levantar y ayudar aun a los muertos, justo ahora.

Jesús dijo: “el que cree en mi, aunque este muerto vivirá” y también dijo “todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” Jesús tiene el poder de la resurrección, pero necesitamos acercarnos y creer que Jesús puede cambiar nuestra vida de muerte a vida eterna. El creer es la chispa que enciende el gran fuego de la fe. Sin esta chispa no puede verse la obra de la fe y su poder. Jesús quiere sembrar la fe de resurrección, firme y concretamente en nuestro corazón.

Jesús vino al sepulcro, y ordenó, “Quitad la piedra. (39)” En ese momento, María tenía que quitar la piedra inmediatamente. Pero su mayor piedra era la incredulidad, las dudas, la decepción, la situación limitada y la impotencia. Y esas piedras solo le dejaban percibir el mal olor de la muerte y no la gran obra que Jesús haría. Jesús reprendió a María, diciendo: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” Oro para que cada uno de nosotros esta noche creamos en Jesús y veamos la gloria de Dios manifestada con los jóvenes universitarios, si creemos en Jesús, ningún lugar será suficiente para apacentar a tantas ovejas que vendrán, Si creemos en Jesús, podemos servir el culto de domingo con más de 30 participantes en cada fraternidad. Si creemos verdaderamente en Jesús, serviremos los campus de América latina, Estados Unidos, Medio Oriente, Europa y lo último de la tierra.

Cuando María movió la piedra por la fe, Jesús agradeció a Dios, y manifestó que era la resurrección y la vida. Miren el versículo 43. “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!” Entonces, Lázaro salió de la tumba, atadas las manos y los pies con vendas. Jesús resucitó a Lázaro con la palabra. Solo su palabra tiene el poder para levantar a los muertos.
Mi nombre es José de Jesús, conocí a Cristo en la universidad hace 7 años cuando estudiaba la carrera de ingeniería en computación en CUCEI de la U de G. Es decir, la mejor carrera del mejor campus de la mejor universidad.

CUCEI, me invitaron a estudiar la biblia una compañera de clases. Su testimonio me hizo interesarme mucho en el estudio de la biblia y le pedí que me invitara a ese lugar que me contaba.

Cuando llegué por primera vez al culto de Domingo se me hacia tan raro que todos conocían mi nombre y se acercaran a saludarme, después me enteré que estaban orando para que asistiera a estudiar la Biblia y eso movió mi corazón. En el estudio de la biblia conocí a Jesucristo quien murió en la cruz a causa de mis pecados, Yo no entendía como Jesús lo había dado todo por mí, sin yo haber hecho nada por Él. Pronto el gran amor de Dios quebrantó mi corazón y nunca más quise alejarme de Dios.

Dios me permitió experimentar el poder de la oración, cuando contestó mi titulo de oración y trajo a mi familia a estudiar la biblia, yo ni siquiera tuve que hacer nada solo ore y creí que Dios tenía el poder de convertir a toda mi familia y Dios hizo todo el trabajo.

Nunca había experimentado la muerte de cerca hasta que mi Padre sufrió un accidente. Después de estar un mes luchando en un hospital, sus fuerzas se acabaron y llegó su tiempo de partir. Aunque mi deseo era que mi padre se mejorara pronto, el tiempo me hizo ver que ese no era el plan de Dios. Nunca reproché a Dios, sino que acepte la voluntad de Dios, y le di gracias porque nunca nos abandono en ese tiempo de tribulación.

Sin embargo, aunque oraba para que Dios me diera la paz en ese momento difícil, no puede dejar de sentir el temor delante de la muerte. Con ese miedo de la muerte no quería estar alejado de mi familia, siempre quería estar a su lado, no quería que nada malo pasara. Me doy cuenta que la muerte sembró mucho miedo en mi interior, y que ese miedo me estorba cuando hay que desafiar.

Dios quiere sembrar nuevamente en mi interior la fe de resurrección, el miedo me ha hecho que no pueda desafiar para hacer la obra de Dios, por el miedo a la muerte, no quería que nada de lo que hay en mi vida cambiara, ya que mi deseo no era experimentar algo desconocido.

Dios me conoce perfectamente, en esta conferencia el me dio la palabra perfecta para sanar la herida de mi corazón. Soy discípulo de Cristo y no puedo andar por ahí teniéndole miedo a la muerte. Dios tiene tantas cosas preparadas para mí y por causa de este miedo estoy estorbando en ese plan perfecto que Dios quiere darme. Cuando me veo a mi mismo humanamente, ni siquiera yo tengo esperanza en mí mismo. Pero mi Señor Jesús, es quien tiene esperanza aun de los muertos y mediante su palabra puede levantar aun a los muertos. Tal vez yo no tenga esperanza en mi mismo pero si tengo esperanza en la voluntad de Dios y sé que Dios quiere usarme para hacer su gran obra. Oro para que esta palabra renueve completamente mi interior y me haga recobrar el interior de Soldado de Cristo, con el cual pueda desafiar aun a la muerte dependiendo absolutamente en mi Señor Jesús.

Solo Jesús es la resurrección y la vida, si venimos a Jesús, solo con el conocimiento que él es la resurrección y la vida, Dios no puede utilizarnos para su obra. Tenemos que venir, con la convicción en el corazón que solo en Jesús se encuentra el poder de resurrección, con el cual podemos hacer su gran obra que él tiene preparada.