lunes, 28 de noviembre de 2011

Amen a sus enemigos

Lucas 6:27-36

"Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian,"

Es muy fácil y reconfortante amar a las personas que nos aman, hacer favores a aquellos que amamos, bendecir a aquellos que nos bendicen; pero ¿amar a los que nos odian?

Ese es el tema del pan diario del día, ¿Qué merito tiene el amar, bendecir, querer, respetar y obedecer a aquellos que son recíprocos con nosotros? Eso es lo mínimo que debemos de hacer, el verdadero reto está en amar a nuestros enemigos.

Jesus enseñó a sus discípulos el amar a sus enemigos:

Lucas 6:27-31

"Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes."

Ese es el punto de vista que Jesus nos enseña, pero en el mundo en el que vivimos la gente quiere vengarse de sus enemigos. Es fácil tratar de opinar que el tiempo de Jesús y el nuestro son demasiado diferentes y que por eso es que Jesús tenía esa opinión sobre sus enemigos; sin embargo el amar a los enemigos es igual de difícil hoy como en el tiempo de Jesús.

Ciertamente Jesús también sabía que es más fácil amar a aquellos que nos corresponden, sin embargo: ¿cómo hizo Jesús para amar aun a los que lo crucificaban? Cuando amamos o prestamos algo, sin esperar nada a cambio, de momento podemos sentir perdida o dolor; pero cuando lo hacemos de esa manera tenemos un galardón en el cielo y los hombres pueden reconocernos como verdaderos hijos de Dios. Jesús siempre hizo la voluntad de Dios, Dios es bueno con todos, con los ingratos y los pecadores, Jesús amó a todos por igual. Cuando amamos a los ingratos y malos y somos benignos a ellos, rebelamos la gloria de Dios como sus hijos y vencemos el mal con el bien, conmoviendo los corazones de los malos. Ganamos los corazones de ellos. Y muchas personas se acercan de nosotros y seremos las bendiciones.

El mundo esta lleno de maldad, y tratar de amar a todos aquellos que parecen que están acabando con el mundo parece casi una tarea maratónica e imposible, pero si no comenzamos a hacerla nunca la terminaremos. El cambio esta en cada uno de nosotros, podemos ganar almas para Dios si poco a poco cada uno de nosotros comienza imitando a nuestro Señor.

El odio solo genera más odio y si no cambiamos esa situación en nuestro corazón no podremos ver un mundo diferente. ¿Quieres un cambio en tu país? Comienza ese cambio desde tu propio corazón.

¿Te dices Hijo de Dios? Muéstrate misericordioso y todo mundo te reconocerá como hijo de Dios, sin que tengas siquiera que mencionarlo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Cómo te llamas?

Éste fue el título de un mensaje poderoso en la conferencia de verano en el campamento Inpiration center de UBF guadalajara. De entre las actividades con los jóvenes teníamos el reto de hacer un proyecto (de libre elección) en el cual presentaros un mensaje bíblico, claro en el cual mostráramos un mensaje claro y sencillo de entender para cualquier persona, utilizando cualquier método.

el equipo en el cual participé, se organizo para preparar un video / mensaje, en el cual mostráramos el pecado, como principal problema y barrera para acercarse a Dios y como la palabra de Dios es la única que nos quita el pecado y es la única que nos guia y nos lleva a Dios.

El resultado fue el siguiente: El video titulado "Cómo te llamas? .... Reino de Sacerdotes y gente santa" utilizamos la música de fondo "no me soltarás" interpretada por Rojo.

El video fué en una sola toma sin corte, utilizamos esa técnica porque teniamos muy poco tiempo para ensayar grabar y editar el video.

Espero que te guste.



lunes, 31 de octubre de 2011

Otra vez digo: !!Regocijaos!

Siento que en verdad ha pasado mucho tiempo desde la ultima ves que escribí algo para mi blog  “Al que cree todo es posible”, la razón es que erróneamente me había alejado un tanto de la palabra, puedo poner mil y un escusas pero, el propósito de este blog no es para poner escusas, el propósito de este blog, es para regocijarme en la palabra de Dios. El estar lejos de la palabra de Dios, solo me pone triste y con falta de animo para seguir adelante. Hoy estaba hojeando mi pan diario y me encontré con un título que me llamó muchísimo la atención “ Regocijaos en el Señor siempre!”; primero este titulo es una orden. Al servir a Dios en la iglesia últimamente había llegado a sentir una cierta presión u obligación y para ser sinceros había llegado a cansarme un poco. De pronto el servir a Dios o servir a la iglesia, se había llegado a convertir en algo que me estaba costando mucho trabajo.

De estar cansado pase a tener queja, de pronto decía que yo no podía servir a la iglesia como lo hacen los pastores que están al 100% en todas las actividades y reuniones, ya que desempeño otras actividades en mi día, como escuela y trabajo. Sin embargo mi corazón en mi interior sabia que eso era solo una justificación y ni yo mismo la aceptaba. Esa queja se convertía en desanimo; el hacer las cosas con desanimo no es recomendable, es algo que simplemente yo me gusta hacer.

Sentir desanimo es justo la fase anterior a abandonar la obra de Dios (una situación en la que la verdad no me gustaría estar). El servir la obra de Dios es algo que disfruto mucho; entonces que es lo que me estaba pasando y me estaba alejando de servir la obra de Dios?

En el pan Diario conocemos algo de la historia de la iglesia de filipos, la palabra habla de dos hermanas líderes que no colaboraban bien. Al servir en una obra, en una iglesia, congregación o grupo bíblico, siempre nos topamos con muchas personas, con muchas formas de ser, con muchas costumbres y muchos pensamientos que no siempre (o casi nunca) compartimos. El servir en una iglesia y pensar que todo el mundo pensará igual que yo y siempre estarán de acuerdo conmigo es algo que va a salir mal. Eso simplemente nunca pasará.

Si vamos con ésta idea, pronto (muy pronto) quedaremos desilusionados. En la iglesia siempre hay personas que tienen diferentes formas de servir a Dios y diferentes formas de trabajar, personalmente ese aspecto me había llegado a cansar mucho y había llegado a tener ciertos roses con varios hermanos de la iglesia. Y como una solución rápida había llegado a pensar que lo mejor seria tratar a esas personas de lejos o “con pincitas” (entre más lejos mejor) sin embargo esa no es la forma en que las iglesias son “un mismo cuerpo”.

Qué es, entonces, lo que debemos de hacer en ese caso? Pablo en la epístola a los Filipenses, 4:1-9 dijo: 2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Pablo sabia de las fricciones que había entre los miembros de la iglesia, y el no reprendió o alejo a ellas sino que las exhortó. “que sean de un mismo sentir en el Señor” Si es cierto que no comparto la forma de ser o su forma de actuar, incluso la forma en pedir las cosas en ocasiones me causa problema; sin embargo como miembros de la iglesia debemos de “ser de un mismo sentir en el Señor” si bien que hay fricciones y áreas en que es difícil de limar, sin embargo tenemos un área muy importante en la cual nos debemos basar “Ser de un mismo sentir EN EL SEÑOR

Nuestra felicidad y bienestar dentro de la iglesia no debe de estar basada en lo bien o lo mal que me llevo con los mismos hermanos, o si ellos me ven bien o me ven mal, o si me saludaron o no antes y después del servicio de Domingo, el bienestar, la paz y mi felicidad deben de estar basados en el Señor. Pablo dice en el versículo 4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos! El estar sirviendo la obra, el predicar la palabra de Dios, el cantar alabanzas y lo más importante; El estar cerca de Dios debe de ser el único motivo para estar regocijados.

Tal vez no sea ni el primer ni el último roce que tenga en la iglesia y al servir a Dios, sin embargo que se que Dios ha estado conmigo y estará siempre y el es el único motivo para estar regocijado y con mucho animo en mi corazón para servir la obra de Dios con todo mi corazón. Otra vez digo: Regocijaos! Esa es una orden que todos debemos de obedecer, regocijarse en el señor.

Oro para siempre estar cerca de mi Padre, quien es motivo de mi gozo.

Es una orden! regocíjate!

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Cómo te llamas?

Marcos 5:1-20

Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.

Le doy gracias a Dios por esta conferencia que nos permite en estos días, a través de los mensajes he aprendido, como el hombre es la obra maestra de Dios hecho a su imagen y semejanza y como a través del pecado el hombre perdió esa imagen perfecta y fue alejado de la presencia de Dios, también aprendí sobre la necesidad y la necesidad de arrepentirse y creer en el evangelio; a través de Jesús podemos ser salvos y solo a través de su sangre somos redimidos y somos llamados sus hijos.

En esta palabra de Marcos 5 aprendí la gravedad del pecado, como él se apodera del interior de los hombres, el pecado alejó al hombre de toda la sociedad, ahora él fue separado incluso de su familia y de los hombres. El pecado en su interior lo separó de Dios.

Por la gracia de Dios, Él me permitió conocerle en la universidad, la palabra llegó a mi corazón y esta me enseñó sobre el verdadero amor y sobre la misericordia de Dios. Al no conocer y amar a Dios con todo mi corazón, fui presa de muchos pecados; no sé cuántos pero si sé que también era una lista grande. El pecado en mi interior me conducía, por un camino lejos de Dios. También como el hombre gadareno, vivía entre los muertos y en las tinieblas, en nuestro tiempo esto era vivir entre la oscuridad de los bares y en las tiemblas de mi propia idea.

La falta de amor en mi interior y el fatalismo me habían hecho una persona alejada de todos los demás, me refugiaba en los estudios y siempre buscaba el reconocimiento de los hombres, de los maestros y de mis compañeros de la escuela, sentía que en mi casa no me querían y que mis padres solo se fijaban en mis otros hermanos y trataba de buscar amor y reconocimiento fuera de mi casa. Este sentimiento fatalista me castigaba y me hacía sentir menor que mis hermanos, esto provocó mucho resentimiento en mi interior y me hizo vivir una vida con egoísmo y envida. A causa de ese fatalismo, en la adolescencia trate de quitarme al vida en dos ocasiones, el vacío en mi corazón me hacía creer que no había razón alguna para vivir.

Cuando entre en la universidad, quería vivir una vida más libre, como la de mis amigos, a ellos no les importaba mucho la escuela, estaban alejados de sus familias, y pasaban más tiempo borrachos que en la escuela, sin embargo ellos se veían felices y yo quería ser como ellos. Cuando trate de buscar esa supuesta libertad, solo encontré libertinaje, viví según mi deseo y mi propia idea. Esto me llevó a caer en pecado vergonzoso; primero la pornografía y el deseo carnal se apoderaba de mí, incluso ni me dejaba dormir, podía pasar horas e incluso días sin dormir nada, solo por estar navegando en internet por sitios pornográficos, después de la pornografía, el deseo de la carne me hizo tratar de buscar vivir en carne propia todas esas imágenes que habían entrado a mi mente.

El deseo de la carne me hizo llevar relaciones sin compromisos con varias compañeras en la universidad, yo pensaba que era la forma mejor de experimentar eso que las otras personas le llamaban amor, así mi cuerpo tenia lo que necesitaba y yo no tenía que dar nada a cambio.

Este pecado poco se fue apoderando de mi hasta que tomó el control completamente, cuando perdí toda mi voluntad delante de este pecado y me estaba alejando en cada momento más al José de Jesús que todos conocían, supe que era momento de regresar y ser de la manera en que yo era. Pero parece ser que cuando quise regresar con mis propias fuerzas, ya era demasiado tarde, y ya no lo pude hacer, el pecado en mi interior era el que ordenaba que era lo que yo tenía que hacer. En ese momento supe que tal vez Dios era el único que me podría ayudar. Yo ya había escuchado hablar de Dios y de Jesús pero nunca lo había experimentado personalmente. Ore a Dios que si él estaba ahí presente y que si le importara mi vida me permitiera una vida alejada de eso que yo sentía, y que me sacara del agujero del cual yo había caído.

A mí me sorprende como Dios responde las oraciones que se hacen con todo el corazón, Dios respondió esta oración que yo se la hacía sinceramente desde mi corazón. Dios me permitió conocer el estudio de la biblia, el me llevo la palabra de Dios hasta la universidad y me permitió escuchar de su poder. Yo creí en esa palabra que me predicaban y decidí aferrarme a ella. Esta palabra y solo el poder de Dios me permitieron alejarme de esa práctica que solo me llevaba cada día más profundamente al pecado.

Aun en este tiempo Dios sigue enseñándome muchas cosas, Dios me ha ayudado a creer en él, ha liberado del pecado mi interior y ayudo a mi familia estar unidos, ellos también conocieron del amor de Dios y reconocieron a Cristo Jesús como su salvador.

Dios es el señor que nos ama. A través de Jesús Dios nos dio la muestra más grande de amor a los hombres. Jesús no escatimo para salvarnos, tanto que entrego su preciosa vida en la cruz derramando toda su sangre.

Oro para que hoy y cada día de mi vida, pueda estar cerca de Dios y pueda escuchar atentamente su palabra, la cual tiene el poder de sanar mi interior y de llevarme directo al padre.

PADRE PERDONALOS

Palabra Lucas 23:26-56
“Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”


Le doy gracias a Dios que nos da su palabra poderosa. En esta conferencia he aprendido del pecado y como Jesús perdona a los pecadores. En esta palabra aprendí como fue que Jesús pago el pecado de todos y cada uno de los hombres en la cruz.
A lo largo de su vida de predicación, los fariseos y los escribas le criticaban porque el perdonaba los pecados. Verdaderamente Jesús tenía esa potestad de perdonar a los pecados porque el cargaría todos y cada uno de esos pecados en la cruz.
Después de que Jesús fue capturado, él fue llevado delante del concilio, él fue azotado, fue maltratado y escarnecido, más que los peores malhechores. El cuerpo de Jesús estaría todo cubierto de sangre, estaría débil y muy cansado; aun así tenía que cargar su cruz sobre su espalda totalmente dañada. Aunque Jesús es Dios echo carne, el cuerpo de Jesús es un cuerpo limitado de hombre. Su cuerpo estaba agotado y fue necesario que obligaran a ayudarlo a cargar su cruz.
En la cruz Jesús fue puesto con los malhechores que merecían ese tipo de muerte, hemos aprendido en el estudio que la cruz es de los peores castigos que los hombres pueden tener, el castigo de la cruz ha sido diseñado no para matar a los hombres, sino para hacerlos sufrir lo más posible, los hombres no mueren por la cruz, mueren al desangrarse y mueren por el dolor que provoca la cruz.
Con todo esto me doy cuenta de la gravedad del pecado. Cuando ignoramos de la grandeza de Dios y cuando aún no conocemos la palabra llena de amor de nuestro Señor; El pecado nos parece algo no tan grave, yo había llegado a pensar que podría hacer cualquier cosa con mi vida, siempre y cuando no dañara a nadie, ni ofendiera a los demás. Yo no me daba cuenta de lo grave que es el pecado.
Cuando Jesús estaba en la cruz, en el fueron depositados todos los pecados de los hombres, desde los pecados de Adán y Eva, hasta los pecados que he cometido el día de hoy y los que cometeré mañana. Cuando a Jesús lo golpearon, lo azotaron, lo escupieron, y lo clavaron en la cruz, él nuca se quejó ni reclamó a los soldados, al contrario el pido por su vida diciendo “perdónalos porque no saben lo que hacen”. El dolor más grande para Jesús fue cuando Dios, se alejó de su presencia. Cuando Jesús pronuncia las palabras “padre por que me has abandonado?” Jesús mostró su más grande dolor en la cruz esto era estar lejos de Dios.
El pecado no solo endureció mi corazón y me hizo tener queja, sino que el pecado quebró mi corazón y me hizo estar lejos de Dios. El dolor más grande para nuestra alma es estar alejada de Dios. El pecado de fornicación, me hizo olvidar mi imagen de hijo de Dios, ahora mi imagen estaba manchada y cambiada a causa del pecado. Ahora mi vida era como la vida de los animales, buscando la satisfacción de la carne. Mi voluntad había sido cambiada y ahora solo seguía la voluntad de mi propio pecado.
Siempre había conocido la imagen de Jesús en la cruz, recuerdo cuando era niño y mi Mamá me llevaba al templo y yo veía a Jesús en la cruz y no entendía por qué Jesús estaba clavado y sufriendo. Solo a través de la palabra entendí que Jesús en la cruz es la muestra más grande de amor, de Dios para con los hombres. Cuando mi pastor me explico sobre la palabra de la cruz y me dijo que Jesús estaba en la cruz a causa de mi pecado. Me sentí indigno, no era posible que Jesús se había preocupado tanto por mí, hasta dar su vida por la mía. Esa fue la primera vez que me sentí amado, ni siquiera en mi familia había sentido tanto amor.
Recuerdo que cuando escribí el sogam, de la palabra de crucifixión fue donde confesé mi pecado a Dios, quite mi máscara de la oveja perfecta y me mostré como era. Sentí inmediatamente el amor de Dios quien me recibía, quien me decía que me amaba. Recuerdo que no pude evitar llorar como un niñito, al entender que Dios me perdonaba mis pecados y me amaba como nadie más lo había hecho.
Siempre agradezco a Dios, que en cada conferencia nos permita recordar sobre el precioso amor de Jesús en la cruz, Dios me da la oportunidad de estudiar y de escuchar el mensaje nuevamente de la crucifixión, y de volver a encontrarme con mi Señor Jesús el salvador. Oro para siempre tener presente esta palabra, para que quede gravada en mi corazón y cada día a cada hora, recordar que Jesús lo entregó todo para limpiarme de mi sucio pecado.
Oro para que esta palabra no solo sea una palabra más que Dios me permite escuchar, sino que sea una palabra de Dios que esté presente en cada momento de mi vida, ayudándome a recordar, la gravedad del pecado, y que el pecado se paga con muerte, y al mismo tiempo, la gracia recibida por Jesús, quien ya pago el precio de ese pecado.
Gracias padre por Jesús quien lo entregó todo a causa de mí, en la cruz.
Una palabra: Padre a través de Jesús, me perdonaste.

martes, 13 de septiembre de 2011

Lo que había pasado con el hombre

Génesis 3 [9]

Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?


Dios creó el mundo, hermoso y perfecto. El hizo al hombre para que fuera feliz, proporcionándole todo lo necesario para que alcance esa felicidad. Sin embargo; el mundo en el que vivimos, no parece ser bueno, hermoso y perfecto. Nuestro mundo está lleno de tristeza, tragedia y violencia. ¿Cómo fue que el mundo hermoso y perfecto de Dios; llegó a convertirse en el que conocemos ahora? La palabra de hoy, habla sobre la caída de Adán y Eva, la tentación de Satanás, y el pecado de desobediencia del hombre. El pecado del hombre ha cambiado el mundo hermoso y perfecto, en un mundo lleno de violencia y tristeza; que gime esperando su redención. Oro para que a través de esta palabra podamos oír la voz misericordiosa y llena de amor de Dios que busca a los hombres pecadores.

1.- La desobediencia del hombre (Versículos 1-6)

Miren el versículo 1. La serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Dios había creado. Ser astuto significa ser sabio e inteligente. ¿Quién era esta serpiente sabia e inteligente? Apocalipsis 12:9a dice “Y Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” Satanás fue personificado en la forma de una serpiente, su propósito era engañar al hombre. Satanás era un ángel hermoso y poderoso, que olvidó su posición delante de Dios rebelándose contra el Señor; como consecuencia, fue expulsado del cielo. El orgullo destruye aun a los ángeles de Dios. Juan 8:44 nos dice que Satanás es el padre de Mentira y homicida desde el principio.

Esta serpiente, se acercó a la mujer y le dijo “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Versículo 1 b); El propósito de Satanás en estas palabras era evidente; quería sembrar una duda en el corazón de la mujer. Cuando Satanás pregunta a la mujer, usando las palabras “¿Conque Dios os ha dicho...” El verdadero significado de estas palabras es: “¿Si es cierto que Dios dijo…? O ¿Es verdad que Dios dijo…?”. Cuando nosotros tenemos y conocemos una respuesta; además tenemos la convicción en esta respuesta, si alguien muy seriamente nos pregunta “¿Estás seguro?”; en ese momento comenzamos a dudar un poco de nuestra respuesta. El propósito de Satanás al preguntarle a la mujer “¿Conque Dios os ha dicho…” Era sembrar esa duda en la mente y el corazón de la mujer.

Las palabras de Satanás contradecían totalmente a la orden que Dios había dicho en el huerto de Edén. Según Satanás Dios había prohibido comer de todo el árbol del huerto, lo cual era falso. En Génesis 2:17 Dios prohibió comer solo del árbol de la ciencia del bien y del mal. Sin embargo Satanás quería sembrar la queja en el corazón de la mujer, mostrándole un Dios que prohíbe y que no la dejaba ser libre.

¿Qué le respondió la mujer a la serpiente astuta? Miren los versículos 2 y 3 “Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.” La mujer conocía la orden que Dios les había dado, pero después de la plática con la serpiente esta orden de Dios, le parecía un tanto confusa. Dios había dicho “del árbol de la ciencia del bien y del mal” pero la mujer dijo “del árbol que está en medio”; además Dios había advertido: “el día que de él comieres, ciertamente morirás” ella solo dijo: “no comeréis de él ni le tocareis, para que no muráis” la palabra de la mujer no era clara como la de Dios. Ahora la mujer tenía la duda de que tal vez no moriría si desobedecía a Dios. Dios había dado la libertad al hombre de comer de todos los frutos de los árboles, excepto del árbol de la ciencia del bien y del mal; sin embargo, la mujer solo hizo énfasis en que Dios prohibió comer del árbol del medio, en lugar de celebrar toda la libertad que Dios le había dado. En el corazón de la mujer, Satanás había sembrado ya una queja que estaba creciendo y fortaleciéndose.

La mujer cambio la palabra clara de Dios, en una palabra confusa, la duda en el corazón de la mujer le había hecho olvidar la gracia y la libertad que Dios le había dado y comenzó a perder el temor santo a Dios y a menospreciar el juicio absoluto de Dios. Cuando la mujer llena de dudas cambio la palabra de Dios diciendo “para que no muráis” Satanás rápidamente le dice “No moriréis” Satanás mintió con convicción a la mujer, para que ella creyera en su palabra.

¿Cuál era el propósito de Satanás al hacer creer a la mujer en su palabra? Pareciera que la mujer solo había olvidado unas cuantas palabras de Dios siendo esto algo pequeño e insignificante; Romanos 6:16 dice: ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? , Al desobedecer a Dios y obedecer a Satanás, la humanidad pasaría a estar bajo la autoridad de Satanás. Los hombres serían enviados del reino de Dios al reino de Satanás. Ese era el plan astuto que Satanás comenzó en el corazón de la mujer.

La mujer había comenzado a olvidar la palabra de Dios y estaba creyendo en la palabra de Satanás, el siguiente paso de Satanás era convencer a la mujer que necesitaba urgentemente comer de ese fruto. Miren el versículo 5 “sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Ahora sembró en su corazón la curiosidad y el orgullo, diciéndole que cuando ella coma de ese fruto sus ojos serán abiertos y será igual a Dios. También le sembró duda y rencor haciéndole creer que Dios no le permitió comer de ese árbol, no porque Dios le amaba, sino porque Dios les envidiaba y no quería que fueran como Él. El resultado en el corazón de la mujer fue queja y la duda en el amor tan grande de Dios. Satanás tentó a la mujer con una palabra muy dulce y agradable, convenciéndole que necesitaba comer de ese árbol que Dios había prohibido.

¿Cómo había cambiado el corazón de la mujer después de esta platica con la serpiente? Miren el versículo 6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Cuando la mujer vio el árbol con ojos de incredulidad, con corazón lleno de duda y queja; surgieron muchas codicias. El propósito por el cual Dios había puesto ese árbol de la ciencia del bien y del mal, era para que Adán y Eva, al ver el árbol recordaran a Dios, recordaran la gracia de Dios; quien había hecho el Edén para ellos, y glorificaran el nombre de Dios. Al ver el árbol de la ciencia del bien y del mal, recordarían la palabra de mandamiento, y pudieran obedecer a Dios voluntariamente; de esa manera pudieran tener una comunión personal con Dios. Al obedecer a Dios y su orden espiritual, ellos podían gozar el gran amor de Dios a través de ese huerto de Edén. Pero cuando la mujer fue tentada por Satanás olvido el verdadero significado del árbol que Dios había plantado; ahora el árbol solo le parecía agradable a la vista. Las codicias en su corazón le hicieron tomar y comer del fruto, y le dio a comer a su esposo también; desobedeciendo así a Dios completamente.

Satanás es el padre de mentira, de carácter astuto, y su principal propósito es alejar a los hombres de Dios. En el huerto de Edén, Adán y Eva cuidaban y convivían con cada uno de los animales creados por Dios, aun con la serpiente ellos tenían una relación amigable. Satanás utiliza a la serpiente como objeto para hacer caer a la mujer. En este tiempo Satanás también tienta a los cristianos, a través de las cosas que son muy atractivas para nosotros, también lo hace por medio de las personas que están cercanas a nosotros y de las personas que amamos con todo nuestro corazón. Satanás puede llegar a utilizar a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestros profesores o nuestro trabajo para hacernos caer astutamente en sus tentaciones. Una de las principales luchas que llegamos a tener cuando iniciamos nuestra vida de fe, es nuestra familia o amigos que critican nuestra decisión de seguir a Cristo. Después llegan a sembrar duda en nuestro corazón y nos hacen pensar que gastamos mucho de nuestro tiempo para servir a Dios, y que pasamos demasiado tiempo en todas las reuniones de UBF. Si llegamos a caer en dudas y tentaciones, todas las palabras de bendición que aprendemos de la Biblia aquellas que en un principio fueron dulces como la miel, llegan a parecernos pesadas y difíciles de realizar. Llegamos a pesar que tendríamos mucho descanso y que pasaríamos un tiempo muy bueno con nuestra familia, si faltáramos solo un culto de domingo. Llegamos a pensar que si no estudiáramos la biblia tendría mucho tiempo de estudiar y hacer todas mis tareas y obtener solo 100 en todas mis calificaciones. Llegamos a pesar que si dejáramos de ofrendar y de pagar los registros de las conferencias podríamos ahorrar muchísimo dinero y hacerme millonario en muy poco tiempo. Sin embargo esos son los pensamientos que Satanás está sembrando en nuestro corazón. Jesús dijo que Satanás era mentiroso, homicida y el padre de mentira y no hay verdad en él. Aunque Satanás tienta con palabras muy lógicas y muy dulces no debemos de escuchar su argumento astuto. La forma de vencer a Satanás es vestirnos de la armadura de Dios.

2.- ¿Dónde estás tú? (7-9)

Miren el versículo 7.- Ellos conocieron que estaban desnudos, entonces con hojas de higuera se hicieron delantales. Satanás había tentado a Eva sembrándole en su interior el deseo de querer ser como Dios. El hombre al desobedecer a Dios y obedecer a Satanás, su interior fue apoderado del pecado. Satanás les había dicho que al comer del árbol prohibido sus ojos serian abiertos, y fue así. Pero sus ojos carnales fueron abiertos; ellos conocieron que estaban desnudos, y fueron apoderados por la vergüenza que les causaba su desnudez.

Al crear Dios el Edén y crear al hombre y depositarlo en el Edén. El hombre estaba desnudo y nunca había sentido vergüenza. Adán y Eva desde el principio habían permanecido desnudos y ellos no se avergonzaban. El pecado manchó su interior y les hizo ver su cuerpo como un instrumento, para los placeres carnales; por eso ellos sintieron vergüenza. Sus ojos carnales había sido abiertos y sus ojos espirituales habían sido cegados. Cuando el pecado mancha nuestro interior nuestros ojos carnales son abiertos, llegamos a ser débiles y dejamos de luchar contra Satanás. Dios no quiere que el hombre experimente la maldad. Cuando Dios prohibió en el Edén el árbol de la ciencia del bien y del mal, Dios estaba prohibiendo realmente la maldad. La palabra de Dios es clara y esta palabra no tiene lugar a dudas. Si Dios dice: “no mataras” lo que nosotros debemos de hacer es “no matar”. Si nosotros escuchamos la voz de Dios, nuestros ojos espirituales son abiertos y nuestro espíritu se fortalece con la armadura de Dios. De esta manera podemos luchar con fuerza delante de la tentación y del pecado.

Miren el versículo 8, Se escuchó la voz de Jehová Dios, que se paseaba por el huerto, al aire del día. Al escucharlo, Adán y Eva se escondieron de la presencia de Jehová entre los árboles del huerto. Cuando la relación del hombre con Dios era perfecta y el hombre escuchaba solo la voz de Jehová, salía corriendo a buscar a su creador, le adoraba y le alababa. Ahora la relación del hombre con Dios había sido quebrantada por la presencia del pecado en su interior. Cuando el hombre se escondió de la presencia de Dios, quiere decir que Dios ya no es su principal objeto de adoración. Ahora, representaba miedo y temor. Antes, cuando escuchaban y obedecían a Dios, estarían contentos y saldrían al encuentro con Dios, y le adorarían. Pero ahora, ellos estaban sufriendo y con temor, sabían que habían desobedecido a Dios y sentían culpa.

Lejos de Dios el hombre pierde el verdadero significado de su vida. Originalmente el hombre es el objeto de verdadero gozo para Dios. El hombre fue creado para servir a Dios, escuchar su palabra y obedecer su voluntad. Al pecar el hombre, olvida poco a poco ese significado de su vida y el verdadero propósito, el hombre se aleja de Dios y vive en las tinieblas.

Entonces, ¿Cómo ayudó Dios al hombre? Miren el versículo 9 y vamos a leerlo juntos, “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” El hombre se escondía de la presencia de Dios, tenía miedo y temor a Dios. Pero Dios le buscó y le dijo: “¿Dónde estás tú?” Siendo Dios omnipresente y todopoderoso, obviamente que Dios sabía el lugar exacto donde estaban escondidos Adán y Eva. Entonces ¿Por qué Dios diría esta pregunta? Esta pregunta fue para que Adán y Eva entendieran por qué se estaban escondiéndose, recapacitaran y se acercaran nuevamente a Dios, con un corazón quebrantado y arrepentido. En ese momento Dios mostró a Adán y a Eva su corazón del buen pastor, ese pastor que busca a su oveja perdida. Dios no estaba enojado con Adán y a Eva, Dios les amaba incansablemente; la actitud de Dios hacia los hombres nunca había cambiado; aun a pesar del pecado del hombre. Adán y Eva fueron los que cambiaron su actitud, antes el hombre amaba estar en la presencia de Dios; ahora ellos se escondían entre los árboles, tenían miedo de Dios, sentían vergüenza, tenían incredulidad, orgullo, duda, queja y murmuración; todos estos sentimientos estaban presentes en el corazón del hombre.

Dios es el Señor de misericordia; no hay mejor regalo para Dios que un hombre se arrepienta de su pecado y crea nuevamente en Dios. Ese es el corazón de pastor que va y busca a su oveja perdida, es el corazón del pastor que da su vida por las ovejas, es el corazón de Jesús que recibe a los pecadores y quien pagó el duro precio del pecado en la cruz, derramando toda su sangre, para el perdón de los pecados. Dios ama a los hombres, incluso si ellos pecaron, el amor de Dios nunca cambia. Las palabras de Dios “¿Dónde estás tú?” Es el llamado de Dios al arrepentimiento. Es cierto que Dios aborrece el pecado, pero Dios ama al pecador. Nosotros también podemos caer en pecado como Adán y Eva; en ese momento tenemos que escuchar la palabra de Nuestro Señor que nos dice “¿Dónde estás tú?” y por fe, tenemos que acercarnos a Dios, con nuestro corazón quebrantado. Dios estará con los brazos abiertos esperándonos para abrazarnos y amarnos, como siempre lo ha hecho.

3.- El amor redentor (10-24)

Después de escuchar las palabras de Dios, ¿Qué respondió Adán? Miren el versículo 10. “Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.” Dios quería ver a Adán acercándose con corazón arrepentido; sin embargo Adán no pudo arrepentirse a causa de su vergüenza. Conociendo su corazón Dios le mostró con amor su pecado, miren el versículo 11, Y Dios le dijo: “¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” La razón por la cual Adán estaba escondido, no era a causa de su desnudez, sino a causa de su desobediencia. Adán desobedeció a Dios y comió el fruto del árbol prohibido, despreciando así la autoridad de Dios. Dios le mostró claramente a Adán su problema. ¿Qué fue lo que Adán respondió? Miren el versículo 12, “Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” Lo que Dios estaba esperando, era que Adán reconociera su falta, se acercara con corazón arrepentido y pidiera el perdón a Dios por su falta; sin embargo, Adán no reconoció su pecado delante de Dios, en cambio Adán culpó a Dios diciendo: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol” La relación de Adán con Dios había sido completamente rota a causa del pecado. En el versículo 13 podemos ver que Dios busco el arrepentimiento en el corazón de Eva, sin embargo ella solo justifico su falta, culpando a la serpiente. Esta actitud de los hombres entristeció el corazón de Dios. Con mucho dolor Dios castigo a causa del pecado a los hombres. En los versículos del 14 al 24 Dios maldice a la serpiente y castiga a Adán y Eva. Pero aunque Dios castigo a los hombres a causa de su pecado, veamos como Dios inmediatamente manifiesta su amor redentor hacia los hombres pecadores.

Primero, Dios prometió la semilla de la redención. Miren el versículo 14 “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” En el principio la serpiente fue creada, como el animal inteligente de todos, por eso tenía cercanía con el hombre y compartía tiempo con ellos. Pero desde que la serpiente fue utilizada por Satanás, cayó y se hizo el ser más miserable, debería entonces arrastrarse sobre su pecho sobre el polvo de la tierra toda su vida. Miren el versículo 15 y vamos a leerlo juntos: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Estas palabras parecen un fuerte juicio que Dios le estaba dando a la serpiente, sin embargo no solo tenían ese propósito; sino que hay un propósito más grande en estas palabras de Dios. Dios prometía la semilla de la salvación, al decir las palabras “las simiente suya” Dios se refería a la descendencia de la mujer, en ese momento Dios prometía que enviaría a Cristo, quien quebrantara la cabeza de Satanás; aunque Cristo quebraría la cabeza de Satanás, El hijo de Dios también saldría herido de su calcañar; es decir, Jesús vencería a la muerte con poder y gran gloria, sin embargo para poder lograrlo él tendría que sufrir mucho a causa de nuestro pecado. Este versículo es el primero que habla sobre la profecía y la promesa del nacimiento de Jesús nuestro salvador. Dios cumplió su promesa e hizo nacer a Jesús por medio de María, depositando en el todos los pecados, incluidos el de Adán y Eva, le hizo morir en la cruz derramando toda su sangre y le resucitó, quebrantando así el poder de Satanás con poder y gran gloria, brindando la salvación a todos los hombre que están bajo el poder del pecado y de la muerte.

Segundo, Dios vistió al hombre. La desobediencia de Adán y Eva habían tenido consecuencias, Dios es justo, y aunque ama al hombre incansablemente, Dios tiene que hacer cumplir su palabra, y su desobediencia había traído consecuencias graves para Adán y Eva. Miren el versículo 16. El momento más feliz para la vida de una mujer es tener un bebe. Sin embargo la consecuencia de la desobediencia de Eva, era que ella tendría que pasar gran dolor al dar a luz, también la relación en el matrimonio fue cambiada, ahora la mujer tendría que estar sujeta a su marido y a su voluntad. Adán también había pecado y su pecado también tenía consecuencia. Miren el versículo 17 y 18; A causa del pecado de Adán la tierra había sido maldecida, la tierra fértil fue cambiada a la tierra estéril, esta comenzó a producir espinos y cardos; por esa razón el hombre tuvo que sufrir dolor y sudar para poder comer. Así el hombre tenía que trabajar dolorosamente para poder comer y sobrevivir. También el hombre fue sentenciado a la muerte, miren el versículo 19 b “...porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. “ Esta es la sentencia de la muerte a los hombres, fue sentenciado a la muerte espiritual, su relación con Dios fue cortada a causa del pecado. El hombre también fue sentenciado a la muerte física, ahora su cuerpo se separaría de su alma y este cuerpo regresaría a la tierra del cual había sido tomado; y también fue sentenciado a la muerte eterna, el espíritu será juzgado ante Dios y echado al fuego que nunca se apaga. A través de la sentencia de Dios a los hombres vemos la gravedad del pecado, el resultado del pecado es la muerte, el hombre alejado de Dios, ante la muerte no puede hacer nada, más que temer y esconderse.

Sin embargo Dios no aborreció a los hombres miren el versículo 21, Dios hizo personalmente túnicas de piel y los vistió, para protegerlos. Dios reemplazo los delantales hechos con hojas de higuera por la ropa de piel que él había creado para ellos. Esos delantales que los hombres habían hecho no le ayudarían, en cambio la ropa de piel que el Señor hizo les protegería. Dios habría derramado la sangre de los animales para hacer estos vestidos de piel; el hombre no puede más que cubrir la vergüenza de su pecado con hojas de higuera, pero Dios les protegió con los vestidos fuertes. La ropa hecha por el hombre no puede cubrir el pecado, solo vistiéndonos de justicia a través de la sangre derramada de Jesús podemos ser salvos y justificados delante de Dios nuestro Señor.

Tercero, Dios preparó el camino de la vida eterna. El ultimo castigo para Adán y Eva, era ser echados del huerto de Edén, perdiendo así el hombre su derecho de estar en el paraíso. Miren el versículo 22 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” ¿Cuál fue la razón por la cual Dios hizo esto? El hombre había desobedecido a Dios y dentro de él estaba el pecado, ahora el hombre conocía el bien y el mal. Su interior estaba manchado con el pecado, Dios no quería que el hombre alargara su mano y comiera del árbol de la vida, lo que provocaría que el hombre viviera para siempre en pecado. Dios protegió a los hombres, sacándolos del huerto de Edén para que ellos no vivieran en pecado eternamente. Ellos podrían tomar del árbol de la vida, hasta que resolvieran su problema del pecado; de esta manera ellos vivirían para siempre, sin pecado y teniendo su relación restaurada con Dios.

En conclusión.- Dios aborrece el pecado y lo castiga estrictamente; Dios es el Dios justo que cumple todas y cada una de sus palabras. Aunque Dios aborrece el pecado, Dios ama a los pecadores. Por tanto cuando caemos en vergonzoso pecado, debemos de venir a Dios y atender su palabra que nos dice “¿Dónde estás tú?“ En ese momento tenemos que ir a Dios con corazón quebrantado y arrepentido por medio de la fe. Dios castiga al pecado, pero perdona al pecador vistiéndolo de su amor redentor. Oro para que en cada momento de nuestra vida, escuchemos y atendamos esas palabras llenas de amor de Dios que nos dice “¿Dónde estás tú?”

martes, 10 de mayo de 2011

Dios establece fronteras

Basado en: Levítico 7:22-38 [7:27]

Al leer el devocional del día de hoy, me queda muy claro una cosa: el amor verdadero de Dios para los hombres. Si no conoces la palabra de Dios seguramente has llegado a pensar que el vivir una vida Cristiana, puede llegar a ser limitante o estar bajo un régimen fuerte, créeme yo lo llegue a pensar también. Sin embargo al conocer a Dios verdaderamente te das cuenta que esos que parecen límites estrictos son fronteras que lo único que quieren es mantenernos sanos tanto física como espiritualmente.

Al creer que estamos en libertad llegamos a caer en pecado gracias a guiar nuestros propios pasos sin la dirección de Dios. Una vez dentro de la gracia de Dios quieres que él sea quien guie tus pasos. Los que decidimos seguir a Cristo, también fallamos y nos equivocamos, por eso es que Dios pone esas fronteras que nos protegen y que lo que quieren es mantenernos en unos lugares sanos y salvos.

Muchas veces al estudiar la Biblia, sobre todos los libros que explican la ley de Dios para los hombres he llegado a pensar que algunas leyes del antiguo testamento llegan a ser casi imposibles de realizarse. O que llegan a ser muy complicadas. Como cumplir cada una de ellas. Dios nos dio el nuevo pacto, personalmente siendo sincero, yo no puedo buscar mi santidad por mí mismo. Me es imposible, soy tan imperfecto y necio. Si yo mismo guiara mis pasos, yo mismo apostaría que fracasaría.

Gracias al nuevo pacto podemos depender en Jesus. Sé que no puedo cumplir al ciento por ciento la ley perfecta de Dios por eso más que nunca se que debo de depender completamente en la salvación por gracia que me ofrece Jesucristo. Esa frontera que Dios nos marca es Jesus. Y nunca debemos de salirnos de su camino.

Gracias a Dios por esas fronteras, dentro de las cuales puedo permanecer libre, con mucho amor y bajo la dirección de mi señor.

lunes, 25 de abril de 2011

Vio Dios que era bueno en gran manera


Génesis 1:1-31 [31]

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Seguramente cada uno de nosotros nos hemos cuestionado alguna vez en nuestra vida estas preguntas: ¿Cuál fue el origen del mundo? ¿Cómo surgió el hombre? ¿Quién soy yo? Y ¿Cuál es el propósito de mi vida? Muchos hombres han gastado su vida completa tratando de descubrir las respuestas en la ciencia o en la filosofía. Génesis 1:1 dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” Este versículo no solo es el versículo fundamental de toda la biblia y no solo es el versículo fundamental de la fe cristiana. Este versículo nos dice que Dios es Todopoderoso, no solo creador de los cielos y de la tierra, sino creador y señor de nuestras vidas. Oro para que a través de este mensaje podamos reconocer al Dios Todopoderoso y omnipotente, nos reconozcamos como creaciones de Dios, recordemos la imagen con la cual fuimos creados y aceptemos el verdadero propósito que es dado a nuestras preciosas vidas.

Primera parte: Dios creó los cielos y la tierra (1)

Vamos a leer juntos, el primer versículo, del primer capítulo, del primer libro, de toda la biblia Génesis 1:1: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” Este versículo es el inicio de toda la Biblia y define el inicio de todas las cosas. Génesis en griego significa “nacimiento, creación, origen” Este versículo resuelve tajantemente las controversias entre los escépticos y los cristianos. El versículo declara que Dios estaba en el principio, antes que nadie, siendo Él el creador de todo lo demás.

En el principio, creó Dios los cielos y la tierra. La palabra ‘crear’ en su definición más sencilla y clara, significa hacer. Pero en Hebreo hay dos verbos que expresan el significado de “hacer” el primero es: ‘bara’ y el segundo ‘asah’. El verbo ásah se usaba para referirse en “hacer” las cosas a partir de materiales ya existentes. Pero, el verbo ‘bara’ se refiere solo para el acto de Dios. Es decir se refiere a “hacer” las cosas a partir de la nada. El verbo en el versículo 1 que dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” es ‘bara’.

La creación es algo que solo Dios puede hacer. Antes de que Dios creara las cosas, no existía nada en absoluto. Todo lo que existe en este momento, todo lo que vemos y experimentamos, todo lo que respiramos, todo lo que olemos y sentimos, incluso todo lo que somos nosotros mismos, fue creado por Dios.

Cuando hablamos del origen del mundo, saltan a relucir dos puntos de vista principales, uno de ellos el materialista o evolutivo y el otro, el punto de vista creacionista o “Dios céntrico” es decir el que declara que Dios es el creador de los cielos, de la tierra y de todo lo que habita en ella; incluyendo al hombre.

Hablemos sobre el punto de vista materialista. Desde que el hombre tiene memoria, ha querido explicar de diferentes formas el origen del mundo dejando de un lado a Dios. Sin embargo surgen muchos problemas a partir de este punto de vista.

Primero hay un problema en el origen de todas las cosas ¿Cómo fue que se creó el mundo? En estos tiempos existen varias teorías, el “Big Bang” o la teoría de la evolución. Estas teorías o hipótesis explican detalladamente sobre el método y el proceso de la evolución, sin embargo, nunca nos habla sobre el origen o el principio de la vida. Además dejan sin respuesta la pregunta más importante: ¿Cómo fue que el organismo complejo del ser humano, evolucionó de una vida inferior? Los científicos no han encontrado la respuesta en el mundo real, aunque ellos han buscado diligentemente.

El segundo problema surge cuando se quiere conocer el significado de la vida del hombre. Los filósofos han intentado definir al hombre y conocer el propósito de su vida. Pascal matemático, físico, filosofo y teólogo francés declaró “el hombre es una caña pensante” Físicamente el hombre es más débil que muchos animales, pero es el único que busca el sentido de su existencia.

Si la existencia del hombre fuera solo una casualidad o un accidente, su vida no tendría significado. Si la vida no tiene significado entonces la tumba seria el final de la vida del hombre.

Al observar todo lo anterior, podemos darnos cuenta de cuánto ha engañado la teoría de evolución a nosotros los hombres. Es verdad que cada uno de nosotros tenemos el derecho y somos libres de aceptar la teoría de Creación o la teoría de la evolución. Pero, depende de cual teoría aceptamos, llega a ser diferente nuestro punto de vista del mundo y de la vida. Si nosotros aceptamos la teoría de la evolución, nuestra vida se definiría como: la vida que se creó casualmente. Y llegamos a la destrucción, viviendo miserablemente con los instintos animales. Pero, si nosotros creemos en el Dios creador, nacemos de nuevo en el mundo de luz, de vida y de orden.

Nuestro Dios es el Dios creador que creó los cielos y la tierra en el principio. Y nuestro Dios es el Dios que Existió solo por sí mismo. Nuestro Dios es el alfa y el omega, principio y fin, el que era, el es y el que ha de venir, el Todopoderoso y el que vive eternamente. Alabemos a Dios que creó lo cielos y la tierra en el principio.

Segunda parte: Dios crea al hombre según su imagen (2 – 31)

¿Cómo fue la tierra en el principio? Miren el versículo 2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía” Observe que antes de la creación, la tierra esta estaba desordenada y vacía aun no había nada digno de ser admirado, solo había confusión y vacío. Al igual que en el mundo, cuando un hombre vive sin Dios, en su interior hay confusión, el pecado se apodera de él y solo existe el desorden y vacío. ¿Qué es lo que Dios hace para cambiar esa situación? El mundo desordenado y vacío comenzó a ser creado, moldeado y cambiado con la palabra de Dios. Miren el versículo 3 y 4: “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.” El deseo de Dios era crear la luz, sus palabras fueron “Sea la luz” y al mismo tiempo se hizo la luz. Ese es el Dios Todopoderoso y creador. En las almas de los hombres sin Dios, El señor actúa de la misma manera. Lo primero que Dios deposita en nuestro interior es la luz. La obra del espíritu santo actúa en nuestro interior iluminando nuestro entendimiento. De esta manera las tinieblas del pecado son removidas cuando creemos en Dios.

En los versículos del 6 al 13 vemos que la tierra estaba vacía pero a través de la palabra de Dios ésta se llenó de las riquezas y hermosas creaciones perfectas. Miren el versículo 11: “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así”. Aunque Dios creó la tierra, el cielo, los mares, las hierbas y las plantas para que el hombre se beneficiara de ellas, estas creaciones le pertenecen a Dios y deben de ser, cuidadas y utilizadas para el servicio y la gloria de Su nombre.

En los versículos del 14 al 19 se habla del trabajo de Dios en el cuarto día. Miren el versículo 14: “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años” A través de la palabra de Dios fueron creados el Sol la luna y las estrellas. La biblia no habla sobre el número, la naturaleza, el lugar en específico o los movimientos que tienen estas lumbreras. Ya que la palabra de Dios no fue escrita para satisfacer nuestra curiosidad o para darnos una maestría en astronomía, sino para llevarnos a Dios y hacernos sus hijos. Las lumbreras del cielo fueron creadas para servirle y para su gloria. De esta manera el sol sale fielmente cada mañana y brilla a su máxima potencia, dando así gloria al nombre de Dios. La luna según el tiempo perfecto, cambia de estado y algunos días podemos ver la luna llena que pronuncia el nombre de Dios. Nosotros mismos también somos las pequeñas lumbreras en este mundo que reflejamos la luz de Dios para los hombres.

En los versículos 20 al 25 podemos ver el trabajo de Dios en el día quinto. Dios ordenó la creación de los seres vivientes en el agua, las aves de los cielos, ganado y creaturas que se arrastran en la tierra e inmediatamente la tierra fue llena de ellos, Miren el versículo 22: “Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.” Dios no solo creo a los animales y a las bestias sino que les dio una bendición, “Fructificad y multiplicaos” cada ser creado tiene un verdadero propósito en este mundo. La sabiduría de Dios creador y su majestad se puede admirar en su creación desde la fuerza y la tenacidad de una pequeña hormiga hasta la hermosura, fuerza y diligencia de gran león.

La creación del mundo no puede ser obra de la simple casualidad. Dios se tomó el tiempo de crear cada pequeño detalle en el mundo. Y a cada una de sus creaciones Le dio un propósito específico. A través de la creación del mundo Dios manifestó su bondad, su sabiduría y su omnipotencia a través de su palabra.

Dios había preparado ya un lugar hermoso y perfecto, digno de ser admirado. Entonces hacía falta una de sus creaciones, la más esperada por Dios. Miren el versículo 26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” Dios creó al hombre al final de todos los demás seres vivos. Esto es un honor para el hombre. Dios creó primero todo el entorno donde viviría el hombre, preocupándose aun en los pequeños detalles, todas las demás cosas fueron hechas a la medida y necesidades del hombre. Cuando el hombre fue creado, había ya una hermosa creación perfecta, esperando para ser admirada y administrada.

Hasta ahora Dios había dicho: “Sea la luz”, “haya expansión en medio de las aguas” y también dijo: “produzca la tierra hierba verde” y todo se hacía conforme a su palabra. Dios había hablado con gran autoridad, su voz era aun más fuerte que un poderoso trueno en el cielo. Pero ahora Dios dijo: “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” en este versículo podemos aprender muchas cosas.

Primero Dios habló con un tono lleno de amor. La creación del hombre sería diferente a todas las demás creaciones. Es cierto que el hombre fue hecho el mismo día que las bestias, serpientes y los ganados. Incluso Dios creó y moldeo al hombre de la misma tierra con la cual fueron hechos los animales. Sin embargo Génesis 2:7 nos deja ver que el hombre no fue un ser viviente hasta que Dios le sopló el aliento de vida. El hombre no solo es hecho de carne sino que él está depositado el espíritu. ¿Por qué Dios lo hizo así? Dios no quería que el hombre solo perteneciera al mundo, como los animales; de ser así, la muerte sería el fin absoluto para la vida del hombre. El deseo de Dios fue que el hombre fuera aliado en el cielo, por eso le sopló el aliento de vida, haciéndolo así un ser espiritual.

Segundo Dios habló en plural cuando dijo: “hagamos al hombre”, “nuestra imagen” y “nuestra semejanza” ¿Quiénes estaban con Dios en ese momento? Cuando pensamos en Dios no podemos pensar en él como un ser espiritual único y solitario. Juan 1:1-3 dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” ¿Quién era el verbo que habitó con Dios antes de la creación? Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad.” Jesús habitó con Dios y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. Desde el principio habitó la trinidad de Dios, es decir: Dios padre, Dios hijo y Dios espíritu santo. Y la creación del hombre fue realizada por la trinidad de Dios a su imagen y a su semejanza. De esta manera el hombre es dedicado y consagrado al Dios Padre, Dios hijo y Dios espíritu santo, el hombre es la creación especial de Dios, diferente a todas las demás. Dios puso al hombre en el lugar más alto de todas sus creaciones, siendo la corona de la creación y de todo lo que antes fue hecho.

Tercero “… a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” Dios utilizó dos palabras con significado similar, imagen y semejanza, lo hizo así para dar más énfasis en la creación del hombre; es decir, el hombre es la creación más perecida a Dios. El hombre no fue hecho semejante a alguna de las creaciones anteriores de Dios. Sino que fue hecho con la imagen y semejanza de su creador. Es cierto que entre Dios y el hombre hay una distancia infinita. Solo Cristo expresa la imagen de Dios en persona, es el hijo de Dios con la misma naturaleza; también Dios entregó al hombre el honor de ser creado a su imagen.

La imagen de Dios se puede definir en el hombre de la siguiente manera. Primero en su naturaleza y composición, no el de su cuerpo ya que Dios no tiene carne ni sangre, sino el de su alma, el hombre fue dotado del alma a través del aliento de vida, esta alma en su estado puro posee la misma voluntad que la de Dios; es de naturaleza inmortal y tiene el poder de cambio para nuestra vida.

Segundo Dios creó al hombre a imagen y semejanza de su autoridad. Miren el versículo 26 b: “y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” El hombre fue establecido como el gobernador de todas las demás criaturas. Los animales y todas las creaturas, no temen y sirven a Dios por si solos, pero si temen y sirven al hombre. Él es quien administra la creación de Dios y es el encargado de que toda la creación de gloria al nombre de Dios.

Tercero Dios creó al hombre a su imagen y semejanza en justicia y santidad. La voluntad y el deseo del hombre recién creado en el principio, eran la misma voluntad y deseo que el de Dios. El hombre realizaba todo conforme a la voluntad de Dios sin errores ni equivocaciones en el hombre no había pasiones ni apetitos desbordados que influyeran en su vida. Sin embargo poco a poco el hombre fue perdiendo esa imagen perfecta justa y santa, a través del pecado. El único camino por el cual el hombre recupera nuevamente esa imagen justa y santa de Dios es a través del amor sacrificante de Dios. 1 Pedro 1:14-16 dice: “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” El hombre como hijo obediente debe de hacer el deseo de Dios en su vida, no conformándose con los deseos impuros en su interior. Obedeciendo con su vida la voluntad de Dios puede recuperar la imagen de Santidad y justicia.

Miren el versículo 27 y 28: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” La creación perfecta de Dios fue hecho varón y hembra y les dio la bendición de “fructificarse y multiplicarse” El deseo de Dios era llenar la tierra con los hombres portadores de la imagen perfecta, justa y santa de Dios. De esta manera el hombre no solo se multiplicaría sino que sojuzgaría al mundo, es decir dominaría a la tierra con autoridad y seria él el encargado de la obra de Dios. Teniendo la obligación de dar gloria al nombre de Dios. Esa era la bendición que Dios entregaba al hombre, la misión de hacer la obra de Dios en la tierra. El hombre es el mayordomo puesto en un lugar alto en la creación y a través de esa misión, el hombre entrega el honor y la gloria a Dios.

¿Cómo resolvía Dios el problema del alimento? Miren los versículos 29 y 30 “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.” Dios no dejaría al hombre sin alimento ni sustento, aun el problema del alimento fue resuelto por Dios. Sin embargo Dios no dijo que el hombre estuviera sin hacer nada. El deseo de Dios fue que El hombre fuera el que cuidara la obra de Dios en la tierra y le dio la bendición en su misión. Dios estableció un orden perfecto. Primero dio la misión y le encargó al hombre su obra en la tierra y luego resolvió el problema del alimento. Mateo 6:33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Ese debe de ser también nuestro orden y nuestro sistema del valor, primero obedecer y hacer la obra de Dios en esta tierra, entonces Dios nos dará todo lo necesario para nuestra vida.

Vamos a leer juntos el versículo 31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” Dios concluyó su obra en seis días. ¿Por qué Dios esperaría seis días para crear el mundo? Sabemos que Dios tenía el poder y la autoridad para crear el mundo con una sola palabra en un solo instante. Sin embargo Dios cuido cada pequeño detalle y personalmente lo creo, todo a su tiempo, según su sabiduría, poder y bondad. A través de este versículo comprendemos varias cosas.

Primero Dios examinó todo lo que había hecho, vio muy de cerca todos los aspectos de su creación y su conclusión fue que su creación fue buena en gran manera. El hombre tiene el significado absoluto delante de Dios. Cuando Dios vio al hombre, no lo vio con desagrado. Dios estaba contento, porque en ese momento el hombre tenía la imagen de Dios. Esto quiere decir que cada uno de nosotros somos los seres agradables para Dios. Sin embargo muchas veces muchos de nosotros hemos pensado que somos inútiles, que no deberíamos de existir en este mundo. Por eso buscamos en el mundo algo material para sentirnos orgullosos de nosotros o sentirnos importantes, pero debemos de buscar nuestro significado en Dios que estuvo contento al vernos. Debemos de agradecer a Dios por darnos todo lo que tenemos. Debemos de examinar cada día nuestro interior y que sea de la manera en que a Dios le agrada. Como creaciones de Dios debemos de buscar la alabanza a Él, agradándole cada día.

Segundo, el propósito de nuestra vida es glorificar a Dios. La mayoría de los hombres viven sin saber por qué vivir. Pero el versículo 31 nos dice que el propósito de nuestra vida es agradar y glorificar a Dios. Los hombres que no creen en Dios, tienen la idea que vivir para glorificar a Dios, es vivir sin libertad. Cuando vivimos para la gloria de Dios, el hombre llega a ser verdaderamente feliz y tiene en su vida el verdadero gozo. Dios no es el dictador que oprime a los hombres como Hitler. Dios ama a los hombres profundamente y cuida toda su necesidad. Dios se preocupa mucho por tu felicidad y por la mía.

Sogam. Hola soy José de Jesús; mi nombre siempre me había parecido muy largo de pronunciar. Por eso cuando alguien preguntaba mi nombre solo decía: “me llamo chuy”. Nunca había entendido el significado de mi nombre hasta hace unos años. Hoy se que; por gracia de Dios, mi nombre es José de Jesús, es decir, soy José y le pertenezco a Jesús.

Desde chico viví con un complejo de inferioridad muy grande. Era de esos niños que les tenía miedo a los otros niños. No me gustaba hablar y me costaba mucho trabajo hacer amigos. Aunque crecí con una compañía muy agradable de mis hermanos, el complejo de inferioridad lo adquirí desde mi familia. Crecí en medio de discusiones y peleas de cada domingo. Muchas veces me enojaba con Dios y le reclamaba él porque me había permitido vivir una vida tan difícil. El alcoholismo de mi padre hizo que mi vida se tornara muy difícil cuando era adolescente. En dos ocasiones quise quitarme la vida, ya que había llegado al punto de estar cansado de los problemas. Sin embargo nunca fui lo suficientemente cobarde para hacerlo.

En la universidad quise una vida más relajada, comencé a buscar relaciones libres, sin compromisos con algunas de mis conocidas. Viviendo una vida sexual liberal. Al principio pensé que había encontrado el secreto de la felicidad, sin embargo cada día fue un poco más difícil controlar ese deseo carnal. Llegue a perder el control y cada día fue más difícil salir de eso. En las noches llegaba a mi casa, mas decepcionado y triste que el día anterior. Varias personas me hicieron mucho daño y yo le hice daño a otras cuantas.

En mi corazón yo realmente quería salir de ese enredo en el que me había metido. Pero no podía con mis propias fuerzas. Entonces hice lo que nunca antes había hecho. Le pedí a Dios que me ayudara. Créanme Dios responde rápido las oraciones, cuando se hacen de verdad. Unos días después una compañera que conocía unos semestres atrás, llegó a saludarme; ella no era de las que saludaba, también estaba muy contenta, tanto que hasta me asustó tanta alegría. Ella me invitó a hablar de la biblia y me comentó que se reunía con más estudiantes cerca del centro universitario.

Cuando asistí a UBF me pareció un lugar agradable. Sin embargo no entendía porque todos estaban sonriendo. Además era muy extraño para mí que todos supieran mi nombre y me decían que estaban orando por mí, nunca nadie lo había hecho antes. En ese culto el misionero hablo sobre el poder de la oración. Recuerdo que estudiamos sobre Daniel en el foso de los leones. Cuando llegué a mi casa oré para que Dios me permitiera conocerlo más. A través del estudio de la biblia, conocí a Cristo y supe que él me amo tanto que murió por mí en la cruz. Ahí fue la primera vez que entendí que mi vida era importante. Y que Dios la amaba.

A través de Génesis, Dios me dijo que mi vida era buena en gran manera, Dios se agrado tanto al crearme y al llamarme. Ni siquiera yo amaba tanto mi propia vida, como la ama Dios. Dios me ha llamado y me ha entrenado en la vida de fe. A veces he tratado de acomodar la voluntad de Dios a mis planes y mis sueños. De esta manera he llegado a pensar que la vida de fe es difícil de llevar. Sin embargo es porque quiero acomodar la voluntad de Dios a mis planes. Quiero orar cada día para recuperar la imagen de Dios en mi vida, de esta manera mi voluntad será exactamente la voluntad de Dios, quien me llama. Estoy seguro que Dios tiene planes perfectos y mucho mejores, que los que yo pueda planear. Oro para que cada día pueda revisar mi interior y busque que mi vida será agradable a Dios. Como hijo obediente busque siempre recuperar la imagen de Dios, depositando su voluntad perfecta en mi interior. De esta manera Dios se agrade nuevamente de mi vida y la vea buena en gran manera.

En conclusión. El hombre fue creado según la imagen de Dios y como el ser superior a todas las creaciones. Por tanto, debemos guardar bien nuestro lugar en la creación. Dios estaba muy contento cuando vio que su creación era buena en gran manera. Cada uno de nosotros tenemos la suficiente razón y valor para vivir en este mundo. Y nuestro propósito debe de ser dar gloria a Dios nuestro Creador. Alabemos hoy a nuestro señor quien puso sobre nosotros su voluntad especial y nos hizo vivir una gran vida, para gloria de su nombre.

viernes, 15 de abril de 2011

Hablando de Gracia…

La vida del cristiano no puede ser definida sin la palabra Gracia, es el primer sentimiento que llega al interior de los hombres al conocer a Cristo. Jesús entregó su vida para librar al hombre de ese pago. En resumidas cuentas a esto le llamamos gracia. Los hombres pecadores, por gracia fuimos salvados. Y en respuesta de esa gracia nosotros ofrendamos nuestras vidas.

Cuando se habla de ofrenda, las personas piensan que solo son números cerrados y porcentajes bien definidos que “se tienen” que entregar a Dios. Siempre he ido en contra de los números y de las palabras “se tienen” o “se deben” y “es obligatorio” dentro de la obra de Dios. El propósito de mi vida es agradar a Dios con todos los aspectos de mi vida, y este sentimiento tiene que ser inspirado por mi corazón y no por una obligación.

El servir a Dios con “obligaciones” no se llama vida de fe, se llama “religión” y a mí no me gustan las religiones. En el pan diario del día de hoy, se habla de la iglesia de macedonia y como ellos ofrendaban alegremente lo que tenían para Dios. Pablo dice en 2 Corintios 8:3 (DHH) “Yo soy testigo de que han ofrendado espontáneamente según sus posibilidades, y aun más allá de ellas. Por su propia iniciativa” eso es precisamente a lo que me refiero. Cuando dejamos que la gracia de Dios entre verdaderamente a nuestro interior, el deseo de querer entregar todo lo que tenemos, sale “por nuestra propia iniciativa” desde nuestro interior.

¿Por qué el ofrendar de lo que tenemos a Dios? La respuesta clara y concisa la tiene la biblia en 2 Corintios 8:9 “Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos.” Cuando entendemos la salvación por gracia, naturalmente queremos entregar a Dios. No solo lo poco o lo mucho que tengamos, sino nuestra propia vida.

Confieso que últimamente, he llegado a fallar en mi ofrenda a Dios. El alejar mi vista de Dios me había hecho tener muchas dudas respecto a la ofrenda. Lo había visto solo como un acto “religioso” una cantidad “bien definida” y solo un “porcentaje” que “tenia” que entregar como un pago mensual. (He resaltado cada una de estas palabras con comillas, para tratar de hacerles sentir la pesadez que sentía en mi corazón).

Oro para que cada día pueda tener esa propia iniciativa como el pueblo de Macedonia que entregó, según sus posibilidades y aun más allá de ellas, en servicio a Dios. Con corazón puro delante de Dios.

Señor gracias por su gracia y bendición, permítame el corazón quebrantado que reconoce cada día que lo mucho o lo poco que he llagado a tener ha sido por su gracia para con mi vida. Deme ese corazón de sirvo fiel, que entrega su vida en ofrenda a Dios.

El corazón de Dar.

jueves, 14 de abril de 2011

Ser reconciliador

13 Les ruego por lo tanto, como un padre ruega a sus hijos, que me abran su corazón, como yo lo he hecho con ustedes.

2 Corintios 6: 1-13 Version Dios Habla hoy


Muchas veces suena tan difícil la palabra reconciliación. Aun siendo comprados por Cristo, al vivir en un mundo donde cada ser humano tiene su propia forma de vivir, su propia manera de pensar y siendo “cada cabeza un mundo” (¿si has escuchado esa frase?) llegamos a experimentar ciertos roces, entre nuestras asperezas y las de los hermanos. Y créanme esto es más normal de lo que parece, es parte de vivir en el mundo real y no en las pequeñas burbujas que a veces quisiéramos para nuestro espacio personal.

En el pasaje de este devocional, Pablo hizo gran esfuerzo para llevarles la palabra a los corintios y tratar de reconciliarlos. Al ser llamados por Cristo y comprados por su sangre, nosotros también somos los embajadores que llevan ese mensaje de reconciliación. Sin embargo nuestros propios roces pueden llegar a dañar la fe de los más jóvenes. Es cierto que en ocasiones llega a ser imposible no ser parte de ese “roce” entre asperezas de nuestros propios caracteres. ¿Qué hay que hacer entonces? No podemos andar viviendo y caminando por ahí con una sonrisa que enseña las muelas a cada uno por aquello de querer mostrar siempre una sonrisa. Créanme que esas sonrisas siempre salen falsas. Para no mostrar una sonrisa falsa hay una solución rápida y fácil, sonríe siempre sinceramente. Esto solo es posible cuando no hay de esas asperezas dentro de nosotros.

En el pasaje de hoy Pablo tomó la iniciativa, él quería tener una relación de corazón a corazón. Si los corintios respondían a ese llamado, entonces podrían tener una amistad solida y basada en la palabra de Dios. ¿Cómo podemos tener una reconciliación verdadera con aquellos que solo encontramos asperezas? Entre líneas de este pasaje de la biblia podemos ver unos pasos que podemos tomar en cuenta.

Primero ensanchar nuestro corazón, es decir tener un corazón “grande” que pueda aceptar a cualquier tipo de persona. Aunque no piense igual que nosotros aunque parezca que se esfuerza demasiado para ir en contra de nosotros. Dios mostró un corazón más grande para con nosotros al entregar a su hijo unigénito para el perdón de nuestros pecados. Dios mostró iniciativa para acercarse a nosotros y limar nuestras asperezas a causa del pecado.

Yo quiero crecer en una fraternidad que siempre muestre el corazón y la voluntad de Dios, por tanto el tener rencores o malos entendidos no es una actitud con la que deban de vivir los cristianos. Si bien es imposible el no tener ciertas asperezas aun con los hermanos, siempre es posible limar esas asperezas y decir un “lo siento” o un “entiendo” de vez en cuando, esa es la iniciativa para la reconciliación.

Quiero tener esa actitud de Pablo de siempre buscar la reconciliación, teniendo iniciativa y basándose en la palabra de Dios. Ser reconciliador con Dios y unos con otros.

sábado, 9 de abril de 2011

NOÉ HALLÓ GRACIA

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”

Génesis 6:8


¿Qué hubiera pensado de una persona que estuviera realizando, un arca enorme en un lugar casi desértico, lejos del mar y en un lugar donde nunca antes había caído gota alguna? Esas fueron las preguntas que vinieron a mi mente al estudiar este pasaje de la biblia. Sin duda es una de las palabras más recurridas para los estudios bíblicos, sin embargo hoy le encontré claro significado.
En ese tiempo la maldad de los hombres era tal, que Dios, no solo había estado cansado sino que había llegado a arrepentirse de haber creado a los hombres (Génesis 6:6). ¿Qué gran maldad habrían hecho los hombres para que Dios llegara a este punto? Al igual que el tiempo Noé, hoy en día el mundo y los hombres giran en torno a muchísimas cosas, lejos de Dios. Estamos en la época donde los hombres, lejos de Dios e incluso que van en contra de Dios, son vistos como grandes y poderosos.
Al ver la maldad de los hombres a Dios le dolió el corazón. (Gen 6:6) al ver esta reacción de Dios, no pude dejar de recordar el corazón de Dios al ver toda su creación junta y exclamar que era “buena en gran manera” (Gen 1:31) ¿Qué pasó entonces para que a Dios le doliera el corazón al ver al hombre? Sin duda la respuesta es clara, el pecado y la maldad alejo al hombre de los brazos de Dios.
Sin embargo en ese momento Dios vio a Noé quien hallo gracia ante los ojos de Jehová. Bien dicen que aun ante cualquier situación, lugar o época siempre existe el remanente. Dios aun ente tanta maldad encontró a un hombre quien había sido justo delante de Dios. Un hombre temeroso de Dios aun cuando todas las personas estaban caminando hacia otra dirección. Dios encargó pues a Noé la obra de la arca, para preservar al hombre y la imagen de Dios.
Claramente esta palabra la puedo aplicar a mi vida, a mi tiempo y a mi entorno, basta solo con ver un momento las noticias en la noche para darme cuenta que el país y la ciudad en la cual estoy viviendo está llena de maldad. No existe ningún tipo de justicia y los hombres grandes y poderosos son los que van contra de Dios. Claramente el tiempo en el que vivo es igual que el tiempo de Noé. Y también Dios llamo a sus obreros, no quiero decir que soy irreprensible como Noé, pero si por gracia de mi señor Jesús fui llamado para servir su obra y para entregar mi vida para servir a mi Señor.
Al igual que Noé, en este tiempo puedo recibir muchas burlas al decir que soy cristiano y que mi vida está dedicada para el servicio de una obra que demanda tiempo, mucho esfuerzo, fidelidad y que no recibo dinero alguno. Cualquier persona llegaría a burlarse de mí. Esto porque el mundo, los jóvenes y los intereses de los hombres en este tiempo gira en torno al dinero y al poder.
Aún a pesar de las persecuciones Noé siempre hizo lo que Dios le ordenó. ¿Cómo debe de ser mi actitud de Cristiano? Mis ojos siempre deben de estar puestos delante de Dios. Es cierto que siempre van a existir problemas y en algunas ocasiones pareciera que aun para los cristianos es más difícil el vivir la vida. Sin embargo nuestra vida es para servicio de Dios y no de los obres. Al igual que Noé en cualquier momento debo de permanecer irreprensible delante de Dios. Sabiendo que Dios conoce completamente mi vida.
El servir la obra de Dios no depende, del tiempo de la situación o de la facilidad para hacerlo. Es fácil servir una religión cuando esta se pone de moda. Sin embargo el servir a Dios, no es una moda o un estilo de vida, que se hace según nuestra disposición. Sino que el servir a Dios es el propósito de nuestra vida, ya que somos creaciones suyas. El corazón de Dios fue adolorido y el se arrepintió de crear al hombre. Esto porque el hombre perdió su imagen.
Oro para que a través de mi relación sincera con Dios y a través de hacer mía la palabra de Dios, pueda no solo recuperar la imagen de Dios sino mantenerla y que el objetivo de mi vida sea para servir a mi señor. Es cierto que el mundo y la corriente de los hombres es muy lejana y fuera de Dios y en muchas ocasiones pareciera que tengo desventajas en el mundo por querer llevar mi vida por la corriente de Cristo. Sin embargo sé que es el único camino por el cual quiero y debo andar.
Oro para tener el espíritu y la fidelidad de Noé para hacer todo conforme a la palabra de Dios. Incluso yendo en contra de todos los hombres y razonamiento humano. Oro para ser conquistador primero de mi propio corazón y que la palabra y la voluntad de Dios reine en mi interior y después predicar ese sentimiento a todos los hombres
Una palabra: Camina con Dios.