lunes, 31 de octubre de 2011

Otra vez digo: !!Regocijaos!

Siento que en verdad ha pasado mucho tiempo desde la ultima ves que escribí algo para mi blog  “Al que cree todo es posible”, la razón es que erróneamente me había alejado un tanto de la palabra, puedo poner mil y un escusas pero, el propósito de este blog no es para poner escusas, el propósito de este blog, es para regocijarme en la palabra de Dios. El estar lejos de la palabra de Dios, solo me pone triste y con falta de animo para seguir adelante. Hoy estaba hojeando mi pan diario y me encontré con un título que me llamó muchísimo la atención “ Regocijaos en el Señor siempre!”; primero este titulo es una orden. Al servir a Dios en la iglesia últimamente había llegado a sentir una cierta presión u obligación y para ser sinceros había llegado a cansarme un poco. De pronto el servir a Dios o servir a la iglesia, se había llegado a convertir en algo que me estaba costando mucho trabajo.

De estar cansado pase a tener queja, de pronto decía que yo no podía servir a la iglesia como lo hacen los pastores que están al 100% en todas las actividades y reuniones, ya que desempeño otras actividades en mi día, como escuela y trabajo. Sin embargo mi corazón en mi interior sabia que eso era solo una justificación y ni yo mismo la aceptaba. Esa queja se convertía en desanimo; el hacer las cosas con desanimo no es recomendable, es algo que simplemente yo me gusta hacer.

Sentir desanimo es justo la fase anterior a abandonar la obra de Dios (una situación en la que la verdad no me gustaría estar). El servir la obra de Dios es algo que disfruto mucho; entonces que es lo que me estaba pasando y me estaba alejando de servir la obra de Dios?

En el pan Diario conocemos algo de la historia de la iglesia de filipos, la palabra habla de dos hermanas líderes que no colaboraban bien. Al servir en una obra, en una iglesia, congregación o grupo bíblico, siempre nos topamos con muchas personas, con muchas formas de ser, con muchas costumbres y muchos pensamientos que no siempre (o casi nunca) compartimos. El servir en una iglesia y pensar que todo el mundo pensará igual que yo y siempre estarán de acuerdo conmigo es algo que va a salir mal. Eso simplemente nunca pasará.

Si vamos con ésta idea, pronto (muy pronto) quedaremos desilusionados. En la iglesia siempre hay personas que tienen diferentes formas de servir a Dios y diferentes formas de trabajar, personalmente ese aspecto me había llegado a cansar mucho y había llegado a tener ciertos roses con varios hermanos de la iglesia. Y como una solución rápida había llegado a pensar que lo mejor seria tratar a esas personas de lejos o “con pincitas” (entre más lejos mejor) sin embargo esa no es la forma en que las iglesias son “un mismo cuerpo”.

Qué es, entonces, lo que debemos de hacer en ese caso? Pablo en la epístola a los Filipenses, 4:1-9 dijo: 2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Pablo sabia de las fricciones que había entre los miembros de la iglesia, y el no reprendió o alejo a ellas sino que las exhortó. “que sean de un mismo sentir en el Señor” Si es cierto que no comparto la forma de ser o su forma de actuar, incluso la forma en pedir las cosas en ocasiones me causa problema; sin embargo como miembros de la iglesia debemos de “ser de un mismo sentir en el Señor” si bien que hay fricciones y áreas en que es difícil de limar, sin embargo tenemos un área muy importante en la cual nos debemos basar “Ser de un mismo sentir EN EL SEÑOR

Nuestra felicidad y bienestar dentro de la iglesia no debe de estar basada en lo bien o lo mal que me llevo con los mismos hermanos, o si ellos me ven bien o me ven mal, o si me saludaron o no antes y después del servicio de Domingo, el bienestar, la paz y mi felicidad deben de estar basados en el Señor. Pablo dice en el versículo 4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos! El estar sirviendo la obra, el predicar la palabra de Dios, el cantar alabanzas y lo más importante; El estar cerca de Dios debe de ser el único motivo para estar regocijados.

Tal vez no sea ni el primer ni el último roce que tenga en la iglesia y al servir a Dios, sin embargo que se que Dios ha estado conmigo y estará siempre y el es el único motivo para estar regocijado y con mucho animo en mi corazón para servir la obra de Dios con todo mi corazón. Otra vez digo: Regocijaos! Esa es una orden que todos debemos de obedecer, regocijarse en el señor.

Oro para siempre estar cerca de mi Padre, quien es motivo de mi gozo.

Es una orden! regocíjate!