Hechos 22:22-29
Versículo clave: 22:25
La muchedumbre que había permanecido hasta este momento en expectativa, no pudo soportar la declaración que Pablo les presentaba, para esta multitud el simple hecho de pensar que la salvación también podría ser para los gentiles les enfureció, pidiendo así de inmediato la muerte de Pablo. Sin ni siquiera seguir la formalidad de un proceso legal, sino que según su propio juicio Pablo parecía un apostata del judaísmo.
La multitud que arrojaba sus ropas y el polvo al aire era la multitud sedienta de la propia justicia, aun el tribuno mando azotar a Pablo, esto por el hecho de que Pablo había estado hablando en arameo y este tribuno no entendió ni una palabra, suponiendo que Pablo había cometido una falta, dándole el crédito a la muchedumbre que clamaba su muerte.
El propósito de ese tribuno no era el de castigarle, aún, sino el de arrancarle una confesión, de esta manera le ataron con correas, y le estiraron con la posición perfecta para azotarlo. Aunque el pueblo judío había sido escogido por Dios para llevar el mensaje de salvación por todo el mundo y para hacer la obra de Dios, ellos no pudieron aceptar que el Mesías también era para los gentiles y que los gentiles pudieran tener el derecho de la salvación y de la vida eterna, y al que lo declarara así, terminaría listo para ser azotado y castigado como Pablo.
En ese momento Pablo le pregunta al centurión que estaba presente, “¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado?”, Pablo había estado hablando en arameo y nadie en ese lugar le escuchaba, cuando el hizo esta pregunta el se identificó a sí mismo con un ciudadano Romano, la ciudadanía Romana era tenida en muy alta estima, porque esto traía consigo muchos privilegios, y realmente habría sido gran delito el que Pablo se declarara romano cuando en realidad no lo fuese. El centurión dio aviso al tribuno que al que querían azotar era ciudadano romano y esto era ilegal.
Dios utilizó la ciudadanía de Pablo en ese momento, Dios aun no había terminado de utilizar a Pablo para hacer su obra en la tierra y le tenía preparado aun muchas cosas más para hacer la obra de Dios. Dios utilizaría otra vez la ciudadanía romana de Pablo y lo enviaría como Misionero a Roma.
Si bien el hecho en pensar en la ciudadanía mexicana no nos de muchos privilegios que digamos, el hecho en pensar en la ciudadanía del reino de los cielos, esto si nos da una gran ventaja ante los hombres, Dios nos ha llamado y nos puesto como los administradores de su obra en la tierra, y en muchas ocasiones tenemos que enfrentar persecuciones, criticas y muchas situaciones adversas que parece que nos harán retroceder en la obra de Dios.
Dios nos ha dado muchas cosas con las cuales podemos enfrentar esas situaciones adversas, Dios nos dio talentos, nos ha permitido estudiar arduamente nuestra carrera, a algunos hermanos les permite estudiar la maestría, también somos entrenados en nuestros trabajos y aun en nuestras familias.
Así como Pablo gozaba de una ciudadanía que le daba muchos privilegios ante los hombres, Dios nos ha dado aun muchas más grandes cosas, al llamarnos como ciudadanos de su reino, y con esta ciudadanía Dios nos da la dirección de servir la obra en la tierra.
Oro para que en mi interior este arraigada cada día a esta ciudadanía del reino de Dios, y salga a hacer la obra de Dios, predicando el evangelio a los estudiantes en los campus, desafiando la adversidad confiando en esta ciudadanía del reino de Dios; Oro para que Dios use todo lo que él me ha entregado y de esta manera sea un instrumento en sus manos para su propósito de salvación.
Señor permítanos esforzarnos y ser valientes, cada día preparar nuestra vida, como maestros excelentes de la biblia, denos señor los talentos con los cuales servir su obra, permítanos esforzarnos y ser excelentes ciudadanos Mexicanos, y también esforzarnos y ser valientes; siendo excelentes ciudadanos del reino de los cielos, de esta manera ser instrumentos para su obra.
Una palabra: Usa los regalos de Dios para la misión mundial.
