domingo, 6 de enero de 2008

Nehemías hace duelo y ora

Sogam de la conferencia de lideres

PALABRA/ NEHEMÍAS 1:1-11

V. CLAVE/ NEHEMÍAS 1: 4, 5

Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.

Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos;

Nehemías tenía el corazón dolorido por el pueblo de Jerusalén, este era el pueblo de Dios, cuando el recibió las noticias graves de que el pueblo de Jerusalén estaba caído, física y espiritualmente, el sintió dolor grande en su corazón. El hecho de que el pueblo estaba destruido, significaba que se había perdido la esperanza en la voluntad de Dios. Ellos habían ignorado su identidad como el pueblo de Dios, ahora ya no tenían el lugar para dar gloria el nombre de Dios.

Nehemías con el corazón de Pastor, oro con lagrimas en sus ojos, el hizo duelo y ayuno. En el entro la tristeza porque el pueblo había perdido su identidad y estaba derrumbado física y espiritualmente, el rogo a Dios por la restauración de Jerusalén el pueblo de Dios, Nehemías primero reconoció a Dios como el todo poderoso, el Dios de los cielos y el que tiene la palabra poderosa, También el recordó la misericordia de Dios y el pacto que nunca olvida Dios.

Nehemías hace la oración de intercesión por el pueblo de Dios, el supo que el pecado era el principal problema de este pueblo, el oro reconociendo no solo el pecado del pueblo de Dios, no solo el pecado de sus padres, sino su propio pecado, y tomó la responsabilidad del pecado del pueblo de Jerusalén, como propio pecado y el luchó y oró con lagrimas por estos pecados.

Nehemías también buscó restaurar su interior primero, y después restaurar el pueblo de Dios. De lo anterior aprende de Nehemías la verdadera actitud de un líder espiritual, este es el que toma el pecado del pueblo de Dios y de las ovejas como pecado propio y que Ora con lagrimas en sus ojos para la restauración de ese pueblo de Dios.

La vida de Nehemías me exhorta a tener la actitud de verdadero líder espiritual. Aprender el corazón del buen pastor que lucha hasta las lagrimas por el problema del pecado de sus ovejas, aprendo a primero hacer un duelo en mi interior, reconocer verdaderamente el pecado en mi interior y comenzar la lucha desde edificar mi interior, después reedificar la fe evangélica y buscar siempre la madurez espiritual.

¿Cómo es mi Jerusalén? Esa fue la pregunta que escuchamos en el estudio y en el mensaje, ¿como es y cómo esta mi Jerusalén? Primero Mi Jerusalén en primera instancia es mi interior y mi cuerpo en general, en el cual alabo a Dios y se lo entrego cada día, en segunda instancia Mi Jerusalén es también los campus universitarios, donde debo hacer la lucha espiritual y donde debo dar gloria al nombre de Dios, estos dos son para mí Jerusalén, ¿Cómo está entonces mi Jerusalén? Mi interior tiene altibajos, mentiría si dijera que está completamente edificado y listo para alabar y dar gloria al nombre de Dios, cada día con diligencia debo de restaurar este interior, en este tiempo Dios me da el gozo y la dirección a través de la palabra y de la clara voluntad y dirección que Dios me permite experimentar, pero de igual forma tengo que buscar que siempre este interior este completamente edificado y con el pueda hacer la lucha espiritual, de igual forma debo de reconocerme cada día como el pobre espiritual, tener la identidad de pobre espiritual y anhelar demasiado la palabra que alimente mi interior.

¿Cómo están los campus universitarios? En el estudio hablábamos de la situación de los campus, estos se ven caídos y se ven que han perdido su verdadero propósito de buscar la verdad. Pero si se ven caídos es por mi egoísmo y mi propia búsqueda de la comodidad, Nehemías cuando oro a Dios para la restauración de su pueblo, el primero reconoció que el pueblo estaba caído no solo por el pecado de los hombres, mi solo por el pecado de sus padres, sino incluso por sus propios pecados. Aprendo de Nehemías la actitud de hacer la lucha desde su interior, haciendo primero la restauración desde su interior hacia afuera.

Oro para que con ojos húmedos pueda orar cada día por los campus universitarios, Orando y Llorando, pueda encontrar la promesa de Dios de ser bienaventurado, Oro para imitar esta actitud de verdadero líder espiritual, que no solo ve los pecados de las ovejas como “pecado de las ovejas” sino adquirirlos como propios y hacer la lucha espiritual, oro para hacer una edificación desde mi interior y hacia fuera y de esta manera edificar los campus universitarios, restaurar la fe evangélica, y nunca olvidar que el evangelio es el único camino para la salvación.

Oro para edificar Mi Jerusalén, haciendo el duelo en mi interior y orando anhelosamente.

una palabra: Orando, llorando y edificando mi Jerusalén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Cheerio