jueves, 11 de septiembre de 2008

BOGA MAR ADENTRO

PALABRA/ LUCAS 5:1-11
V. CLAVE/ LUCAS 5: 10b
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Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Then Jesus said to Simon, "Don't be afraid; from now on you will catch men."


El escenario en que esta palabra se desarrolla es junto al lago de Genesaret o lago de Galilea, también conocido como lago de Cineret en los tiempos del antiguo testamento. Genesaret era una fértil llanura situada entre cerros y el lago, esta llanura de 5 km de largo y 3 de ancho, era una tierra fructífera y contaba con un clima tropical agradable. Por si fuera poco, aunque era tierra de galilea y la mayor parte de la población era Judía, era un lugar un poco alejado de la población y de cierta forma alejada de los perjuicios y antagonismos del judaísmo. En muchas formas este escenario era el lugar perfecto para que Jesús compartiera la palabra con los hombres. En la orilla del mar, un clima agradable y alejado de las doctrinas del Judaísmo.

Aunque era muy de mañana, el pueblo busco a Jesús desde las primeras horas del día, y venia a Él, para recibir la palabra Poderosa. Jesús había hecho muchos milagros y señales, había sanado enfermos, y en ese momento muchos hombres querían escuchar y recibir la palabra de Jesús, tanto que en ese lugar agradable la multitud se agolpaba sobre Jesús, para oír las palabras de Dios.

En ese lago, había dos barcas, una la de Pedro y Andrés, la otra de Jacobo y de Juan. Estos pescadores junto con sus jornaleros, habían estado toda la larga noche tratando de pescar lo más posible, eran pescadores de profesión y sabían que el mejor momento para hacer una buena pesca era por la noche, cuando los peces están más cerca de la superficie. Sin embargo esa misma noche ni un solo pez habían podido tomar de ese mar de Galilea.

Estando ya los pescadores, en la orilla, lavando sus redes, Jesús entro a la barca de Pedro. Aunque muchos hombres y mujeres habían venido a ver a Jesús, y había una multitud justo delante de ellos agolpándose, nunca pararon de hacer su trabajo, lavando las redes y calibrándolas para volver a salir a la pesca por la noche. Jesús vio su interior diligente para su trabajo. Aunque estaba pasando algo extraordinario justo delante de ellos, los pescadores quisieron terminar primero su trabajo.

Siendo Jesús el pastor que en ese momento estaba buscando a los próximos encargados de la obra de Dios, a Jesús le llamo la atención estos hombres diligentes. Jesús quiso llamar a esos hombres ocupados, para su obra de evangelización.

Estando Jesús en la barca de Pedro, le rogó que la alejara un poco de la orilla, y sobre la barca enseñaba a esa multitud. Jesús es el pastor que enseña la palabra de Dios a tiempo y fuera de tiempo, el sabia que la prioridad en ese momento era que todos los hombres escucharan la palabra poderosa.

Aunque el mensaje fue a gran voz, y todo el pueblo lo escucho, Jesús lo predico enfocando a los pescadores, que en su interior, tenían fatalismo, ellos habían perdido toda la noche y no había podido sacar ni un solo pez, ni el más pequeño, este medio era el único por el cual ellos podía tener el sustento para sus familias, era el medio por el cual podían pagar todas sus deudas. Jesús se dio cuenta de su interior fracasado, Jesús no compadeció a estos pescadores fracasados, sino que quiso recuperar su visión, Jesús quiso hacerlos hombres que obtuvieran los grandes frutos. Por eso Jesús les enseña a desafiar diciéndoles, “Boga mar adentro, y echar vuestras redes para pescar”, este argumento de Jesús, sin duda era el razonamiento menos acertados humanamente y que ningún pescador podía aceptar. Todos en la barca, incluso el ayudante del ayudante del pescador, sabían que el mejor momento para pescar era por la noche, además las redes estaban recién lavadas y calibradas. Sin embargo Pedro respondió a Jesús. “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.”

Pedro sabia que las palabras del Maestro eran palabras que no podían salir de un buen pescador, Pedro tenía experiencia en su trabajo y en esas aguas del mar de Galilea, sin embargo el acepto esta palabra de su Maestro, el tuvo que negar todo su conocimiento, su experiencia incluso su razonamiento, para aceptar la palabra de Jesús.

Cuando Pedro obedeció tal cual la palabra de Jesús y fue hasta lo más profundo del lago de Galilea y hecho la red, pescaron tanto que su red se rompía y la cantidad de peces hacia que incluso las dos barcas se hundieran. Según la experiencia de Pedro como pescador y en estas aguas del mar de Galilea, esto no hubiera podido ser posible sin la ayuda divina, del creador de los cielos y de la tierra, de aquel que aun la creación está bajo la orden de sus palabras.

Jesús no quiso resolver el problema de estos pescadores, dándoles los peces, o el dinero para alimentar a su familia, sino que Jesús hizo que estos pescadores desafiaran su fracaso y salieran a pescar a lo profundo del lago. De esta manera ellos experimentaron personalmente el poder de la palabra de Jesús. Ahora su esperanza estaría puesta completamente en la palabra que saliera de la boca de Jesús.

En la palabra pude comprender claramente el sentimiento de fracaso de los pescadores, al ver tantos frutos que están listos para cosecharse en los campus universitarios, y los inexistentes o invisibles frutos que he traído para el Señor, no puedo hacer otra cosa más que sentirme un pastor fracasado en la obra de Dios, sé que he hecho poco trabajo y que aun hace falta mucho que hacer, y siempre estoy tratando de justificarme. En esta palabra, de Jesús aprendo que él hace la obra en tiempo y fuera de tiempo, Jesús no le dio el problema resuelto a los pescadores, sino que los hizo bogar mar a dentro, y echar una vez más las redes. Cuando Jesús me llamo como pastor para los jóvenes universitarios, el no me encargo la obra ya resuelta, sino que me invita a bogar a lo profundo de los campus universitarios y echar mis redes.

Esta obra de Dios no la puedo hacer si solo estoy en la orillita del gran mar que representa el campo de misión, esta obra no la puedo hacer echando mi pequeña red en la orilla del mar donde hay comodidad. Sino que tengo que desafiar aun mi entendimiento, mi orgullo, mi conocimiento, mi amor propio, mi razonamiento y con humildad aceptar la palabra de Jesús que me invita a desafiar diciendo: “boga mar adentro, y echar vuestra redes para pescar”. En la orilla no están los frutos espirituales, el verdadero tesoro está cuando desafiamos y vamos a lo profundidad de la vida de fe.

Si estudio la palabra de Dios debe de ser con el espíritu de bogar mar adentro, yendo hasta lo profundo de la palabra escudriñándola y aplicándola claramente en mi vida, si hago la obra de la evangelización debe de ser con el espíritu de bogar mar adentro, teniendo la necesidad y el corazón ardiente para llevar el evangelio a los campus, si invito al estudio de la biblia a los jóvenes, debe de ser con el espíritu de bogar mar adentro, sabiendo que cada oveja de Dios es indispensable e importante para la obra de evangelización, si alabo y sirvo a Dios, debe de ser con el espíritu de bogar mar adentro, haciendo con el corazón limpio entregado y con la decisión concreta de agradarle en cada aspecto de mi vida.

Se que es irrazonable y poco fructífero ir a los campus por las noches, o en los sábados cuando hay pocos estudiantes, sin embargo es a donde me dice Jesús que valla y eche mi red para la pesca, ese sentimiento de fracaso me había hecho sentirme inútil para la obra de Dios, y no me había permitido salir fielmente a la pesca, y ahora no tengo frutos para esta conferencia. Sin embargo esta palabra me da la fuerza para hacer de nuevo la obra de Dios, echando mis redes en los campus. Este día Dios me deja ver cómo trabaja la palabra en mi interior. Un titulo de oración fiel que he tenido para esta conferencia era que Dios me permitirá un movimiento personal de arrepentimiento en mi interior y que la palabra de esta conferencia trabajara en mí y me hiciera reencontrarme con Jesucristo mi Salvador. Ahora veo como Dios está respondiendo mi oración y aun ni siquiera comienza la conferencia.

Con esta palabra Jesús me hace recordar el propósito por el cual fui llamado pastor en el ministerio de evangelización de UBF, este es el de “Ser pescador de hombres”, sé que mi vida no tiene ningún sentido si no cumplo este propósito por el cual Jesús me ha llamado, sé que no tiene valor si logro un buen trabajo, una maestría o doctorado, aunque lograra estos sueños terrenales nada tendría sentido si no hago la obra de Dios, llevando los frutos espirituales.

Con esta palabra Jesús me invita nuevamente a ser el pescador de los hombres, en los campus de la universidad de Guadalajara, y cuando me dice “boga mar adentro” el me permite ver la profundidad de su obra de misión mundial, no solo en Guadalajara o Latinoamérica sino en los 233 países del mundo.

Se que no tengo la capacidad para ser el gran pescador, sin embargo Dios me enseña que ese espíritu fracasado, solo se quita desafiando, bogando mar adentro y echando la red. Oro para que Dios me permita ver los abundantes frutos espirituales a través de desafiar los campus universitarios y el mal tiempo para la pesca, mas en la palabra de Jesús confiar echando la red en el CUAAD fielmente.

Una palabra: Recuerda, que eres pescador de hombres.

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