domingo, 28 de octubre de 2012

George Whitefield (1714 - 1770)


Ministro de la Iglesia de Inglaterra, fue un dirigente destacado del movimiento metodista. Llegó a ser muy conocido por su entusiasta predicación en las colonias americanas del Imperio Británico, destacándose claramente como el principal dirigente del primer movimiento evangélico en el nuevo mundo, denominado Primer Gran Despertar, una sucesión espontánea de "avivamientos" cristianos protestantes en las colonias angloamericanas. Algunos historiadores le han llegado a denominar "la primera celebridad moderna", por su reconocimiento entre las clases populares.

Nació el 16 de Diciembre de 1714 en Gloucester (Inglaterra), su padre era un mesonero que murió cuando George tenía 2 años de edad. Hasta los 12 años ayudó a su madre con el mesón o posada, desde entonces comenzó a asistir a la escuela, donde adquirió reconocimiento y fue conocido por sus dones de buen orador y su talento para la actuación y el teatro.

A los 18 años de edad ingresó a la universidad de Oxford,  Como Whitefield provenía de una familia muy pobre y carecía de los medios económicos para pagar su matrícula, entró a Oxford como un "servitor" o sirviente (la categoría más baja entre los estudiantes de esa casa de estudios), es decir que, a cambio de su matrícula, fue asignado como asistente de un cierto número de estudiantes de más alta categoría social. Sus deberes incluían despertar a estos jóvenes por la mañana, sacar lustre a sus zapatos, cargar sus libros y hasta redactar sus trabajos académicos. Dentro de Universidad la lectura de William Law “un llamado serio a la vida santa” le hizo reflexionar sobre su vida espiritual. Aun a pesar de sus múltiples actividades como estudiante y sus actividades extras para pagar su beca en la Universidad de Oxford,  Whitefield también tuvo tiempo para formar parte del "Holy Club" o club de santidad,  de la Universidad de Oxford, junto a los hermanos John Wesley y Charles Wesley.

La errónea búsqueda de la santidad mediante el esfuerzo humano, llevó a Whitefield al agotamiento físico y tuvo que regresar enfermo a su casa, esta circunstancia lo llevó a escudriñar la biblia, hasta que llegó a comprender la obra de reconciliación de Dios con los hombres por medio de los méritos de Cristo, no por los propios medios humanos. George Whitefield, define su transformación espiritual de esta manera: “El espíritu de lamentación fue arrancado de mí y supone de veras lo que era regocijarse en Dios mi salvador y, por algún tiempo, no pude evitar cantar salmos en cualquier lugar donde estuviera”. Sin embargo su conversión no tuvo lugar sino hasta siete semanas después, en la Semana Santa de 1735, unos tres años antes de la conversión de los hermanos Wesley. Esta experiencia de “conversión” lo impulso no solo a restituir los pequeños robos cometidos durante su adolescencia, sino que también a visitar a enfermos y presos, a disciplinar su vida y a estudiar con devoción las sagradas escrituras.

Su genuina piedad Cristiana llevó al Obispo de Glucester Inglaterra a ordenarlo al ministerio incluso antes de cumplir la edad canónica, en junio de 1736, a los 21 años de edad. Su primer sermón, el domingo siguiente a su ordenación, causó impacto, el tema que predicó fue sobre la necesidad de nacer de nuevo. George cuenta la experiencia de su primer sermón con estas palabras: “Unos pocos se burlaron, pero la mayoría de ellos estaba chocada, y escuché una queja que se le formulo al obispo diciendo que volví loco a 15 personas en el primer sermón, Los oficiales de la iglesia dijeron que esperaban que la locura no fuera olvidada al domingo siguiente”. Sin embargo poco a poco, se le fueron cerrando los púlpitos en las iglesias de Inglaterra. Los hermanos John y Charles Wesley le invitaron a unirse a ellos en la colonia de Georgia, lo cual hizo en 1737, hasta el año siguiente. Allí, aparte de su labor evangelizadora, comenzó una causa para huérfanos.

En Gales conoció a un pastor laico llamado Howell Harris (1714-1738), que había comenzado a predicar al aire libre; en ese entonces se esperaba que los pastores se mantuvieran predicando y haciendo sus actividades pastorales solo en sus reducidos espacios de los templos. Whitefield “en espíritu de santa agresión”, se lanzó a la predicación en el campo abierto, donde había miles de personas que nunca pisaban ni, por error, un lugar religioso.

Esto lo llevó a predicar en el campo minero de Kingswood, cerca de Bristol, donde miles de oyentes acudieron a escuchar sus fervorosas, e inusuales, predicaciones. No tardó en conseguir que John Wesley le comenzara a imitar en sus labores de predicación al aire libre. 

El movimiento metodista adquirió vida en el Reino Unido gracias a la predicación de Whitefield, fue él quien atrajo multitudes a sus sociedades, y fue durante sus predicaciones que millares experimentaron la "conversión", y fueron estos "convertidos" los que comenzaron a "trastornar" el reino. Se le calcula que predicó por lo menos a unos 10 millones de personas en sus 34 años de ministerio. No hubo ciudad, medianamente importante en Inglaterra, Escocia o Gales, que no le hubiera tenido como evangelista. Visitó Escocia 14 veces, y 7 veces cruzó el Atlántico rumbo a las colonias. Dos veces visito Irlanda y en una ocasión estuvo a punto de ser linchado por una turba de católicos – romanos. También estuvo en Holanda y pasó cuatro meses en Portugal y en las Bermudas, donde almas fueron ganadas para Cristo. Su influencia se dejó sentir en todas las iglesias protestantes de Inglaterra y las colonias en el Nuevo Mundo, gracias a los conversos que se unieron a casi todas las denominaciones existentes.

Whitefield tuvo entonces un desacuerdo con los hermanos Wesley debido a la doctrina de la predestinación. (Es la doctrina que acepta a Dios como el señor soberano que determina el destino de cada uno de los hombres.) En 1739, John Wesley se declaró abiertamente arminiano (doctrina que sustenta la salvación en la fe del hombre) y predicó un sermón contra la doctrina de la predestinación, Whitefield era partidario del calvinismo (doctrina llamada teología reformada, tiene enfoque en la vida cristiana con énfasis en la autoridad de Dios sobre todas las cosas), sin embargo, como debía partir rumbo a las colonias americanas, acordó no discutir el asunto y dejar a John Wesley como dirigente del movimiento en el Reino Unido. Pero el debate siguió adelante, los calvinistas y los arminianos dividieron aguas en el movimiento metodista británico, y Wesley apoyó a los calvinistas. Algunos de los seguidores del calvinismo de Whitefield se unieron en la llamada "Conexión Metodista", extendiendo una forma calvinista de metodismo en Gales y otras regiones. Whitefield se transformó posteriormente en capellán o dirigente, de esta Conexión.

Whitefield predicó con la teología calvinista implícitamente, fue reconocido por su voz de gran alcance, en algunos escritos se habla de audiencias de hasta 80,000 personas, George Whitefield tenía la capacidad de apelar a las emociones de la muchedumbre, a diferencia de otros predicadores de su tiempo él hablaba espontáneamente, sin leer ningún tipo de notas, Los historiadores no han podido precisar en dónde residía el secreto de su éxito, algunos estudiosos de su trabajo, señalan que sus sermones impresos no contienen nada distinto de lo que predicaban los otros, su sinceridad al predicar la verdad, atraía tanto a ricos como a pobres a escuchar sus sermones.

El estilo más "democrático" con el que predicaba Whitefield agradó mucho a su audiencia americana. Benjamin Franklin asistió una vez a un culto de avivamiento que se efectuó en Filadelfia y quedó enormemente impresionado por la capacidad del evangelista para entregar un mensaje claro a una audiencia tan grande. Además, Whitefield también supo utilizar los medios de comunicación (como el periódico) para beneficiar publicitariamente su causa. Su revolucionario estilo de predicar marcó el camino que los sermones, desde entonces, han debido seguir. Él es uno de los padres de las Iglesias evangélicas estadounidenses del siglo XX. Probablemente fue el predicador más conocido en América durante el siglo XVIII, porque viajó por todas las colonias británicas en América y atrajo grandes muchedumbres, logrando notable cobertura de los medios de comunicación y consolidándose como una de las figuras públicas más extensamente aprobadas en la América anglosajona antes de George Washington.

La notable influencia que Whitefield logró ejercer durante su vida protestante anglosajona se atribuye generalmente a su extraordinaria capacidad de oratoria y a su vida consecuente, no así a su capacidad como organizador (a diferencia de John Wesley un organizador extraordinario), ni a sus escritos (sus obras completas se publicaron en 7 volúmenes entre 1771 y 1772). Por eso algunos historiadores protestantes le consideran el "príncipe de los predicadores al aire libre".

Tras predicar en Exeter (Massachusetts), partió rumbo a Newburyport para pasar la noche en la casa de un pastor de la ciudad, a eso de las dos de la madrugada despertó con ahogos y dificultades para poder respirar. A su entierro, las campanas de todas las iglesias de Newburyport doblaron y las banderas se izaron a media asta, millares concurrieron a su sepelio antes de ser enterrado bajo el púlpito de la "Old South Presbyterian Church",  de acuerdo a sus deseos.

LE DOY GRACIAS A DIOS porque me permitió participar en esta academia sobre la reforma de la iglesia cristiana y porque me permitió conocer más a fondo de la vida de importantes líderes cristianos.

De George Whitefield aprendí su tenacidad, aun a pesar de la situación desfavorable, Whitefield hizo una gran obra de evangelización; desde muy joven aceptó el llamado de Dios y dedicó su vida completa a la predicación, su obra de predicación al aire libre, hizo que muchos hombres que jamás pisarían la iglesia, fueran alcanzados por el evangelio de Dios y alcanzaran salvación gracias a la predicación del evangelio.

George Whitefield desafió la costumbre de los líderes religiosos  de su tiempo de solo servir a Dios en los espacios reducidos de las iglesias y salió y llevó el evangelio directamente a los hombres. Este espíritu de desafío le hizo dar grandes frutos a Dios, causando la conversión de muchos hombres que aceptaron a Cristo como su salvador.

Whitefield desafió la manera de pensar y los métodos de los lideres religiosos de su tiempo, cambio los paradigmas e hizo gran reforma en el cristianismo. Doy gracias a Dios porque a través del estudio de la vida de este gran líder y reformador cristiano aprendí sobre la verdadera importancia de servir la obra de Dios, George Whitefield, puso mucho énfasis en la predicación del evangelio y en llevar almas para Dios. Desafiando y predicando al aire libre.

En nuestro tiempo, las prioridades de los jóvenes los alejan de las iglesias y les borran el deseo de buscar a Dios, así como en el tiempo de George Whitefield, es necesario y urgente el llevar el evangelio hasta donde están los jóvenes que ni por error pisan una iglesia. Al ver la vida de los hombres de fe y lideres en la reforma Cristiana, me arrepiento por mi falta de entrega a la obra de Dios y por no tomar como prioridad la predicación del evangelio en los campus universitarios.

Oro para establecer correctamente el sistema de valor en mi vida de fe y aceptar nuevamente el mandato de predicar el evangelio a todas las naciones, tomando como inicio, nuevamente, los campos universitarios, reconociendo nuevamente lo importante de la predicación en el campus, llevando el evangelio a aquellos que lo necesitan. Oro para comenzar una reforma en mi interior entregando y dejando de lado mis propios sueños y aceptando como míos los de Dios.