En el pasaje de este día aprendí del corazón de Jesús el corazón
de líder espiritual y la fe completa en Jehová Dios. Cuando Jesus estaba cerca
de Jerusalén, los fariseos le dijeron a Jesús que saliera de ese lugar ya que
Herodes quería matarlo.
Ese camino por el cual andaba Jesús era territorio de
Herodes y el gobernaba ahí, el rey Herodes fue quien decapitó a Juan el
Bautista, más que “advertirle” a Jesús los fariseos querían molestar a Jesús y
sembrar en su corazón e interrumpir el camino de Jesús en la obra de Dios.
Si es cierto que es todo un regalo poder ser llamado para
servir la obra de Dios con nuestras vidas, también es cierto que en muchas ocasiones
tenemos que padecer, como hijos de Dios, de ciertas persecuciones, si bien no
nos persiguen para cortarnos la cabeza, si tenemos otros tipos de luchas que
tenemos que enfrentar.
Muchas de ellas situaciones en nuestras casas, con
nuestros amigos o en nuestros trabajos por pensar diferente que el resto de las
personas. Cuando Jesús recibió esta “advertencia” por parte de los fariseos el
no detuvo su camino, el siguió a paso firme rumbo a Jerusalén, porque sabía que
tenía que seguir su obra. Jesús tenía sus ojos puestos en Dios y sabía que
teniendo a Dios de su lado no habría nada que temer.
Herodes era como una “zorra” cruel y engañador [versículo
32] Jesús encargó a los lacayos de Herodes que le anunciaran que el seguiría haciendo
la obra de Dios, sin importar sus restricciones. Jesús sabía que lo correcto
era obedecer la palabra de Dios.
Hablando personalmente cuando encuentro dificultades en
mi andar diario, me llego a desanimar, siempre busco que todo esté en la mejor disposición
para poder hacer las cosas. Por poner un ejemplo cuando he salido de viaje a
algunas vacaciones, siempre procuro que todo este perfectamente planeado, reservado,
confirmado y practicado para que nada pueda salir mal. Soy el tipo de personas
que en lugar de resolver los problemas los previene. Sin embargo cuando suelen
aparecer cosas no previstas llego a desanimarme mucho. Es cierto, siendo
realistas, no puedo tener bajo control todo lo que puede llegar a pasar en mi
vida.
La actitud de Jesús no era la de prevenir, o resolver los
problemas, la misión de Jesús era hacer la obra de Dios y para ello muchas
veces fue en contra de los reyes y de las costumbres de los hombres, fue
criticado y perseguido, pero el hizo la voluntad de su padre.
La actitud de los cristianos, no es ir en contra del
mundo, de las leyes o de los hombres, debemos de entregar al mundo lo que es
del mundo y a Dios lo que es de Dios. De esta manera podemos cumplir la obra de
Dios, si hay persecución debemos de enfrentarla confiando que tenemos a Dios de
nuestro lado, si hay palabra contraria a la nuestra debemos de compartirla y
dejar que fluya la palabra de Dios.
“Tengo que seguir mi camino hoy, mañana y el día
siguiente…” [versículo 33] el camino es estrecho, y difícil de andar, Jesús sabía
que lo único en que debería de preocuparse era en cumplir la obra de Dios.
En nuestra vida, si eres estudiante, trabajador o
cualquier otra actividad, parece que nunca nos queda tiempo para las cosas de
Dios, sin embargo debemos de recordar cada día a Dios en nuestra vida saber que
somos llamados y que nuestro propósito antes que cualquier otra cosa, es servir
a Dios, dar gloria a su nombre y hacer su obra. Hoy mañana y el día después de
mañana.
Oro para tener ese corazón de Jesús que se ocupa en hacer
la obra de Dios, en cualquier momento y situación de su vida.
Ocúpate en la obra y sigue tu camino.
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