Génesis 2:1-7 [2:7]
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
En esta lectura aprendo de Jehová Dios, el Dios creador de los cielos y la tierra y de todos los ejércitos de ellos, es decir el Dios omnipotente creador de todas las cosas. Dios bendijo el día séptimo porque en el terminó todas las cosas, y porque en este día el reposó; el verbo reposar, viene de la palabra sabath que significa literalmente “cesar”, Dios no descansó porque estuviera agotado, o cansado, sino que Dios “cesó” de trabajar porque su obra había terminado.
La obra de Dios siempre es finalizada, Dios no dejó su trabajo inconcluso. De esta palabra aprendo del Dios omnipotente y del Dios todopoderoso que cumple su obra, Dios estableció el séptimo día como el día de reposo y bendijo este día, de este mismo modo, los hombres somos creados por Dios, nuestro propósito, entonces, es terminar nuestro trabajo y guardar el día del Señor cada semana, si lo hacemos fielmente entonces los hombres podemos experimentar la bendición de Dios.
Dios había preparado un paraíso perfecto y hermoso, sin embargo faltaba quien lo labrara, toda la naturaleza y la creación de Dios esperaba quien administraría esa creación y la haría dar los frutos agradables a su creador. Así como una orquesta, con todos los instrumentos afinados y todos los miembros atentos, esperan la llegada del director para interpretar las más hermosas melodías.
En este capítulo la palabra nos explica detalladamente de la creación del hombre, Dios moldeo del polvo de la tierra al hombre, y soplo en su nariz el aliento de vida, y fue entonces hasta ese momento que el hombre fue un ser viviente. De esta manera aunque Dios formo al hombre del polvo de la tierra, fue vivo hasta que le soplo el aliento de vida, Dios formo al hombre como un ser espiritual, la vida del hombre viene de Dios y por tanto pertenece a Dios, de esta manera nuestra principal necesidad como creación de Dios es que debemos de agradar a Dios y nuestra vida debe de estar en perfecta relación con nuestro creador.
Aprendimos de Génesis 1 que Dios nos creo a su imagen y semejanza, en este capítulo aprendo del Dios creador que finaliza perfectamente su obra y que descansa después de ver lo maravilloso de su creación. Los hombres buscamos esa esencia con la cual Dios nos creó, Los hombres debemos de ser los que no dejan sus obras inconclusas, debemos de terminar creativamente nuestra obra delante de Dios y que esta obra agrade a nuestro Señor.
Así como la obra maestra de un artista, exalta su nombre y agrada al artista, tanto como para exponerla en galerías. Nuestra vida que es la obra maestra de Dios, debe engrandecer, alabar y exaltar su nombre y en todo momento debemos de llevar los frutos agradables a Dios a través de terminar creativamente nuestra obra delante de Dios y guardando el día del Señor, de esta manera podremos experimentar activamente su bendición.
Le doy gracias a Dios por recordarme a través de esta palabra mi origen y mi propósito verdadero como creación de Dios, oro para que Dios me permita cada día de mi vida, terminar activa y creativamente mi trabajo delante de Dios, no dejando mi obra inconclusa, oro para reposar en su presencia, guardando el día del Señor.
Una palabra, mi vida viene de Dios.
La obra de Dios siempre es finalizada, Dios no dejó su trabajo inconcluso. De esta palabra aprendo del Dios omnipotente y del Dios todopoderoso que cumple su obra, Dios estableció el séptimo día como el día de reposo y bendijo este día, de este mismo modo, los hombres somos creados por Dios, nuestro propósito, entonces, es terminar nuestro trabajo y guardar el día del Señor cada semana, si lo hacemos fielmente entonces los hombres podemos experimentar la bendición de Dios.
Dios había preparado un paraíso perfecto y hermoso, sin embargo faltaba quien lo labrara, toda la naturaleza y la creación de Dios esperaba quien administraría esa creación y la haría dar los frutos agradables a su creador. Así como una orquesta, con todos los instrumentos afinados y todos los miembros atentos, esperan la llegada del director para interpretar las más hermosas melodías.
En este capítulo la palabra nos explica detalladamente de la creación del hombre, Dios moldeo del polvo de la tierra al hombre, y soplo en su nariz el aliento de vida, y fue entonces hasta ese momento que el hombre fue un ser viviente. De esta manera aunque Dios formo al hombre del polvo de la tierra, fue vivo hasta que le soplo el aliento de vida, Dios formo al hombre como un ser espiritual, la vida del hombre viene de Dios y por tanto pertenece a Dios, de esta manera nuestra principal necesidad como creación de Dios es que debemos de agradar a Dios y nuestra vida debe de estar en perfecta relación con nuestro creador.
Aprendimos de Génesis 1 que Dios nos creo a su imagen y semejanza, en este capítulo aprendo del Dios creador que finaliza perfectamente su obra y que descansa después de ver lo maravilloso de su creación. Los hombres buscamos esa esencia con la cual Dios nos creó, Los hombres debemos de ser los que no dejan sus obras inconclusas, debemos de terminar creativamente nuestra obra delante de Dios y que esta obra agrade a nuestro Señor.
Así como la obra maestra de un artista, exalta su nombre y agrada al artista, tanto como para exponerla en galerías. Nuestra vida que es la obra maestra de Dios, debe engrandecer, alabar y exaltar su nombre y en todo momento debemos de llevar los frutos agradables a Dios a través de terminar creativamente nuestra obra delante de Dios y guardando el día del Señor, de esta manera podremos experimentar activamente su bendición.
Le doy gracias a Dios por recordarme a través de esta palabra mi origen y mi propósito verdadero como creación de Dios, oro para que Dios me permita cada día de mi vida, terminar activa y creativamente mi trabajo delante de Dios, no dejando mi obra inconclusa, oro para reposar en su presencia, guardando el día del Señor.
Una palabra, mi vida viene de Dios.
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