sábado, 7 de marzo de 2009

El que oye y hace las palabras

Lucas 6:47

Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.


Jesús comenzaba una larga enseñanza para los discípulos, Él recién había escogido a los doce, a los cuales les daría el entrenamiento especial, en este capítulo hemos aprendido de varias de las enseñanzas que Jesús les dio a través de las parábolas, en este estudio se enfoco en la parábola de los cimientos, En la cual Jesús enseña la forma en que debe de estar edificada nuestras vida, esta debe de ser en la roca firme que es Cristo Jesús.

Jesús recién llamaba a los doce y ahora comenzaba con el entrenamiento de discípulo, con el cual el enfocaría su vida para que esta fuera edificada en Jesús que es la roca. Aun muchos seguían a Jesús y escuchaban su palabra, Jesús enfoco su trabajo de predicación y de crecimiento de los discípulos en estos doce discípulos.

Jesús sabía que muchos de la multitud que le seguían, en su corazón no tenían solamente el deseo de escuchar la palabra de Dios, recibir a Jesús como salvador, y aceptar el camino de discípulo, ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo? , estas palabras de Jesús en el versículo 46 me dejan ver que en ese entonces seguían a Jesús muchos hombres, con corazón no contrito a seguir y escuchar la palabra de Jesús.

De esta manera no solo era necesario venir a Jesús con la apariencia de piadoso, cuando realmente lo que el corazón buscaba era el alimento físico, tampoco no solo era necesario venir a Jesús y escuchar sus palabras, sino que el fin de seguir y escuchar las palabras de Jesús era aplicarlas y hacerlas con nuestras propias vidas.

Los que realmente siguen, escuchan y hacen las palabras de Jesús, son los que su vida es edificada verdaderamente en la roca que es Cristo Jesús. Jesús les enseño esta palabra a los discípulos con la parábola del que edifica su casa, fundamentándola sobre la roca, de esta manera cuando se presento la inundación, aunque el rio dio con ímpetu a su casa, esta ni siquiera pudo ser movida porque su casa estaba edificada sobre la roca.

En el estudio el misionero nos pregunto, que en primera instancia, ¿Cuál fue el verdadero motivo por el cual decidimos estudiar la biblia?, pueden existir muchas respuestas a esta pregunta, en lo personal, yo me definía en ese entonces como un buscador de la verdad, en muchas ocasiones, muchos grupos dedicados a estudiar la biblia me habían dejado un mal sabor de boca, cuando enfatizaban sus estudios en temas humanísticos, como amor humano, bondad, y ninguno de ellos llenaba las expectativas, de esta manera todo lo relevante al estudio de la biblia me llamaba la atención; sin embargo el verdadero deseo primario por el estudio de la Biblia era por solo satisfacer mi deseo de conocimiento humano. Eran temas en los cuales no sabía nada y quería adquirir el conocimiento, pero uno que fuera genuino de la biblia.

El propósito primero no fue totalmente fiel, sino que tenía el deseo egoísta de satisfacer mi propio deseo y necesidad egoísta, en ese momento me identifico con la multitud que seguía al señor, con voz piadosa diciéndole Señor, Señor, pero que en su interior su verdadero deseo era conseguir comida, o algo para su bienestar.

Al estudiar la palabra esta descubrió en mi el verdadero deseo a la palabra de Dios, comprendí el único propósito de estudiar la palabra no debe de ser para satisfacer nuestros deseos de conocimiento, o buscar lo que nosotros conocemos como la verdad, sino que el conocer la verdadera voluntad de Dios sobre nuestras vidas, en la palabra encontré un camino, aunque difícil, muy claro para poder caminar, la palabra de Dios era imperativa y el que la sabe escuchar tiene el deseo de realizarla.

EL verdadero propósito de seguir a Jesús es en primera instancia de acercarse con corazón con arrepentimiento, en segunda instancia, escuchar su palabra y la acción que debemos de realizar es hacer la palabra y aplicarla con nuestra vida, de esta manera la vida de fe esta edificada no sobre la tierra débil y sin fundamento, sino que nuestra vida de fe se fundamenta fuertemente en la roca que es Cristo Jesús de esta manera, la vida de fe nunca estará débil o tambaleante.

Esta palabra también es imperativa, en el versículo clave Jesús dice, todo aquel que viene a mí, es decir todo aquel que se dice discípulo de Jesús, Jesús no nos llamo como un oyente más en el sermón del domingo, sino que el propósito que Jesús vio en nuestras vidas es el de ser sus discípulos quienes aprenden directamente de él y entregan su vida a Cristo. También no es solo necesario escuchar sino hacer la palabra de Jesús con nuestra vida.

De esta manera estaremos cavando y ahondando en el conocimiento de la palabra, no solo edificando nuestra vida de fe en la tierra superficial que es débil sino ahondado en el conocimiento y edificando nuestra vida de fe en la roca.

Oro para gravar esta palabra en mi corazón, con convicción creer que Jesús selecciono mi vida para servir la obra de Dios en la tierra, siendo discípulo de Jesús saber que no es solo necesario buscar a Jesús para resolver mis problemas o encontrar solo paz y tranquilidad en las palabras de Jesús, sino que mi corazón debe de tener el fuego ardiente y la necesidad de no solo escuchar la palabra sino realizar cada una de ellas con mi vida. Ahondando en la palabra y edificando mi vida en Cristo Jesús.

De que manera puedo cavar y ahondar en la palabra, Dios nos permitió el sogam en el cual no solo escuchamos la palabra en el culto de cada domingo, sino que a través del sogam podemos escuchar la palabra claramente, y buscar la manera de cómo aplicarla en mi vida, quiero cavar y ahondar cada semana en la palabra de Dios, escribiendo el sogam fiel, apoyándome en el la oración, y buscando a través del sogam y de la meditación profunda la correcta dirección para edificar mi vida en Cristo Jesús.

Oro señor para que cada día con corazón claro a Usted me permita recibir la palabra, con arrepentimiento quitar todos los obstáculos que se presentan en mi interior, llevar cada pecado a Cristo mediante el arrepentimiento y obedeciendo absolutamente su palabra, haciendo la obra, comenzando desde la evangelización uno a uno en los campus universitarios, creciendo a los discípulos, haciendo la oración fiel, esforzándome para asistir en la oración de la mañana, y hacer una lucha.

Gracias señor por su palabra imperativa, deme el ardor en el criazón para realizar la acción, y hacer la palabra en mi vida, de esta manera pueda escuchar y hacer su palabra, edificando mi vida en Cristo Jesus.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola me llamo David, y soy Santo porque DIOS me dice que soy Santo. Asi como le dijo a el universo : HAGASE LA LUZ he AQUI se cumplio lo dicho por el GLORIOSO JAH !!!!