domingo, 4 de octubre de 2009

VENDRÁ EL ÁNGEL DEL PACTO

PALABRA/ Malaquías 3:1-12[3:2]

“Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.”
Le doy gracias a Dios por esta palabra de Malaquías a través de la cual Dios me permite ver la necesidad de los líderes verdaderos en este tiempo, oro para que a través de este libro Dios levante y renueve a los Líderes verdaderos en este tiempo desde nuestra reunión. Gracias padre por esta palabra de Malaquías oro para que la palabra purifique mi corazón quitando las impurezas para entregar mi corazón como la ofrenda grata.
¿Dónde está el Dios de Justicia? El pueblo de Israel había reprochado, a Dios su presencia, ellos en su interior sentían que Dios no les había correspondido como era debido, habían hecho la obra de Dios pero no recibieron un reconocimiento de parte de Dios, el orgullo en su interior les hizo tener esta queja delante de Dios, de esta manera siguieron sirviéndole pero sin el temor santo a él, y haciéndolo solo formalmente. Esta situación les hizo quejarse delante de Dios, reprochando la presencia de Dios y exigiendo la presencia del Dios de justicia.
A esta exigencia de los hombres Dios responde: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Ese mensajero prometido por Dios era Juan el bautista, quien reprendería a los líderes de su tiempo y quien prepararía el camino para el Ángel del pacto que es Jesucristo. Dios les dio esta palabra para recordarles a los judíos que aun ellos serian participes de este día del juicio final, el pueblo de Dios pensaba que el día del juicio era solo para los gentiles y para los pueblos no escogidos, sin embargo Dios deja claro que los primeros en ser juzgados serian el pueblo escogido de Dios.
El ángel del pacto era quien venía como fuego purificador y como jabón del lavadores, el fuego purificador es el que destruye la escoria de los metales preciosos, con el propósito de obtener los materiales en su más pura expresión, son sometidos a métodos de purificación a altas temperaturas, estos métodos hace que la escoria sea consumida quedando solo el material precioso. En jabón de lavadores, es el que quita de raíz la suciedad, no es como el jabón generoso que actualmente conocemos sino que era el jabón abrasivo que actuaba agresivamente.
Dios ha llamado a cada uno de nosotros como los líderes espirituales, y nuestro propósito debe de ser el servir y agradar a Dios, somos también los encargados de la obra de Dios en la tierra. ¿Por qué entonces es necesario el fuego purificador? Cuando mi corazón se mancha con mi propia idea y se llena de la escoria del pecado, entonces el propósito verdadero de mi vida no se cumple como debería de ser. El fuego purificador es necesario que se lleve a cabo en mi corazón, Dios me llamo y me hizo según su imagen y semejanza, cuando yo descuido mi interior este se mancha y mi corazón no refleja la imagen de Dios, así como el oro lleno de las impureza y escorias no tienen ningún tipo de valor, también el interior del líder que no refleja la imagen de Dios y no cumple su propósito no tiene un valor espiritual.
¿Cuál es este fuego purificador de Jesús? Esa es la palabra de Dios, penetra en mi corazón y hace que la necesidad de arrepentimiento brote desde mi interior como el fuego que quita las impurezas. Sin este fuego purificador en mi interior solo estaba la impureza provocada por la queja de la obra de Dios, señalando los defectos de los otros y el servicio formal al cual ya me había acostumbrado. Este hizo que perdiera mi discernimiento espiritual y olvidara el propósito del servicio a la obra de Dios. La palabra de estas últimas tres semanas ha llenado mi interior y me ha mostrado mis faltas delante de Dios, me hizo arrepentirme de mi pecado de deseo de comodidad, me hizo arrepentirme de mi servicio sin propósito verdadero y me afán por agradar a los hombres antes que a Dios. A través de esta palabra del libro de Malaquías puedo comprender como Dios se desagrada de ese servicio formal y sin propósito, oro para que la palabra cada Dios me muestre el pecado en mi interior y a través del arrepentimiento pueda tener cada día una purificación desde mi interior y de esta manera entregar mi interior como una ofrenda grata agradable a Dios.
¿Cómo puedo purificar cada día mi interior? A través de la meditación con espíritu que escudriña, recordando sobre todo el verdadero propósito que es el servir solo a Dios, llevando los frutos agradables, cumpliendo así el propósito por el cual Dios me ha llamado. Señor permítame el corazón maduro que le sirve solo a usted, sin el afán de cumplir metas, sino con la necesidad de servirle y llevarle los frutos agradables.
Oro para que esta palabra vivifique esta obra, comenzando desde el corazón de cada uno de los líderes, hasta los campus universitarios de los 233 países del mundo. Gracias Señor por su palabra
Fuego purificador.

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