domingo, 10 de febrero de 2008

AMARÁS A TU DIOS


Palabra Marcos 12:28-44
Versículo Clave: Marcos 12:30

30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Jesús había sido fuertemente cuestionado por un equipo grande de escribas, donde el único propósito de ellos era tentarlo, buscando la palabra equivocada de la boca de Jesús, sin embargo Jesús había respondido sabiamente a todas las preguntas de ellos, los escribas no podían más que quedarse con la boca cerrada.

Uno de los escribas que los había escuchado discutir, se acerco a Jesús preguntándole sobre ¿cual seria, entonces, el primer mandamiento? Éste escriba no sería uno de los que trataban de hacer la pregunta más rebuscada, y difícil de todas, sino que era un contrincante leal, es decir, uno que se acerco a Jesús porque reconoció que hablaba la verdad, y él mismo quería solucionar sus dudas a través de Jesús.

Este escriba pregunto el “primer mandamiento”, es decir el más importante de todos, este escriba no solo conocía todos y cada uno de los mandamientos de la ley que Dios enseño a través de Moisés, incluso los sabía de memoria, pero lo que este escriba quería conocer es, la esencia de la ley de Dios. En este escriba estaría la Sed espiritual, que estaba a punto de resolver a través de Jesús.

Jesús le habla, entonces, sobre el principal mandamiento de la ley de Dios, al Pueblo de muchos ídolos, Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Jesús expreso el primer mandamiento, el cual solo está basado en el amor, si este mandamiento solo estuviera basado en hechos, seria simplemente una lista bastante larga e imposible de cumplir. Si estuviera basado en temor, aunque este es un sentimiento ordenado también por Dios, es limitado y falto de carácter, pero este mandamiento está basado en el Amor, es el sentimiento del hombre que incluye todo, es decir el amor busca espontáneamente agradar al objeto de Amor, el amor tiene el poder de hacernos imitar a nuestro objeto de adoración, por eso Jesús antes de darle a conocer al pueblo el principal mandamiento basado en el amor, dejo claro quién sería entonces el principal objeto de adoración para el pueblo Israel, este es El Señor. Es decir Jehová, o el “Yo soy”.

El escriba entendió claramente, la esencia de la ley, aunque él conocía tan claramente todos y cada uno de los mandamientos, tanto que hasta podría recitarlos de memoria, el no conoció de ninguna manera la esencia de la ley, ahora a través de las palabras de Jesús el reconoció el verdadero propósito de la ley, el conoció lo que Dios realmente quiere que nosotros hagamos y nuestro verdadero propósito, Jesús supo que este escriba reconoció el propósito y principal mandamiento, sin embargo el escriba aun no ponía en práctica este mandamiento, por eso solo estaba cerca del reino de Dios.

Esta palabra es muy clara, Jesús vino al mundo a acercarnos más a Dios, con las doctrinas que los escribas enseñaban, el pueblo solo podría percibir un Dios distante y muy malhumorado, sin embargo a través de Jesús el mundo conoció al verdadero Dios de amor, aun el escriba que sabia la ley no podía más que estar alejando del reino de Dios, pero a través de Jesús el ahora estaba verdaderamente cerca del reino de Dios.

En esta palabra Dios me enseña la manera en que debo de amarle, esto debe de Ser con todo mi corazón, con toda mi mente, con toda mi alma y con todas mis fuerzas, que desde dentro de mi brote primero este sentimiento, donde esta puesto mi corazón esta puesta verdaderamente mi vida, con toda mi mente, porque el amor que tenga a Dios debe de ser un amor consiente, no solo un amor ciego, sino que debo de entender claramente el propósito con el cual estoy amando y siguiendo a Dios, tengo que saber claramente el propósito por el cual Dios me llama y me ama también a mí, con toda mi alma, porque el amor que tenga a Dios tiene que ser verdadero y para siempre, no un amor limitado y finito como el de los hombres, sino un amor aun espiritual que es infinito y verdadero, y con todas mis fuerzas, porque el amor a Dios, no solo es de nuestra boca sino que también se debe de demostrar con hechos, necesitamos fuerzas para hacer las cosas que agradan a Dios, para tener un amor de hechos no solo de palabras, con todas mis fuerzas debo de realizar las cosas que agradan a Dios.

De esta manera esta palabra hizo que viera claramente mi interior, es decir, vi claramente mi corazón, mi alma, mi mente y mis fuerzas y aplique un pequeño examen para saber si estos amaban a Dios.

Mi corazón ama a Dios, sin embargo también tiene guardado muy celosamente otros amores, no puedo negar que amo a mi familia, y que siempre busco su bienestar, no puedo negar que me amo a mi, y que siempre busco mi comodidad, y muchas veces estos amores, me hacen perder de vista a Dios, mi corazón no debe de estar dividido en tres, sino que completo debe de amar a Dios, de esta manera tengo que quitar cualquier objeto de Adoración desde dentro de mí, para poder amar a Dios con absolutamente el 100% de todo mi corazón a Dios. De esta manera no solo amare a Dios con todo mi corazón, sino que reflejare el amor de Dios a mi familia y a mí mismo.

Mi mente ama a Dios y reconoce el verdadero propósito por el cual sigo a Dios, sin embargo también tiene sus amores ocultos, uno de estos amores que distraen a mi mente de amar solo a Dios, es el material, antes no me había preocupado tanto por el material, o no era tan importante para mí, sin embargo ahora no concibo mi vida, por ejemplo sin tener un trabajo, en el cual depender, para poder ayudar a mi familia. Ahora solo tengo un gran temor al pensar en quedarme sin empleo, me arrepiento porque mi mente solo debería de preocuparse por amar a Dios, por buscar y comprender más profundamente el amor de Dios, pero solo estoy pensando siempre en el sustento para mi casa, en el material, y no solo en Dios.

Mi alma ama a Dios, sin embargo esta debe de ser bien alimentada para amar a Dios fervientemente, es decir encontré que aunque mi alma ama a Dios esta no siempre es fuerte sino que he tenido algunas recaías, esta alma tiene que estar bien alimentada con la palabra, últimamente casi no le di de comer pan diario, es decir la palabra y la comunión con Dios, aunque mi alma ama a Dios, esta tiene que ser mas fuerte cada día, este amor de mi alma tiene que ser ardiente a Dios, Oro para que Dios me permita la fidelidad en la escritura del pan diario, teniendo de esta manera la comunión con Dios y el alimento espiritual cada día.

Mis fuerzas, casi siempre están puestas en otros lados, y no completamente en Dios, quiero amar a Dios con todas mis fuerzas, pero casi siempre estas están puestas en mi trabajo, amar a Dios con todas mis fuerzas, es tener un amor creativo, un amor dinámico, que demuestra el amor con hechos, y que hace los frutos de amor a Dios. En este año tendré muchas oportunidades para aprender a amar a Dios con todas mis fuerzas, quiero desafiar mi empleo y definitivo encontrar otro con el cual pueda amar a Dios con todas mis fuerzas, quiero asistir a la conferencia internacional y de esta manera poner todas mis fuerzas en Dios para ampliar mi visión en la misión mundial, quiero poner mis fuerzas en el crecimiento a los discípulos, en este año, desmontando el centro universitario del cuaad, quiero amar a Dios con todas mis fuerzas, y comenzar los tramites de la maestría. Quiero amar a Dios con todas mis fuerzas, desafiando la madrugada y asistiendo a la oración, siendo fiel en el pan diario y la escritura de Sogam.

Le doy gracias a Dios por esta palabra con la cual me da un camino claro para mi vida, y me permite conocer donde esta puesto verdaderamente mi corazón, alma, mente y mis fuerzas. No solo me quiero quedar cerca del reino de Dios, sino que quiero, servir personalmente a Dios, y quiero disfrutar de su presencia en el reino de Dios, por eso tengo que amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fueras.

No hay comentarios: