EL TODOPODEROSO ES EXALTADO EN PODER

JOB 36:1-37:24

VERSÍCULO CLAVE 37:23

El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder;
Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.

En la palabra del día de hoy, se hablan sobre la justicia y el poder de Dios, Eliú hace su último discurso donde proclama estos aspectos de Dios a Job; exhortándolo para que sea resignado y paciente ante Dios.

Solo en Dios está la verdadera Justicia, el aunque es grande y esta sobre todas las cosas, no desestima a ningún hombre, Dios es justo que no da vida al impío, sin embargo no tarda en mostrar misericordia al que con arrepentimiento clama a su nombre. Dios no guarda el resentimiento a los hombres, en cambio los hombres necios y los impíos son los que guardan el resentimiento a Dios en los tiempos de aflicción, con estas palabras Eliú anima a Job a no volverse a la maldad en sus tiempos de aflicción sino de volver los ojos a Dios, aun en los tiempos de oscura tempestad.

Eliú hace mención no solo de la Justicia sino del poder de Dios, de esta manera el se asombra de la voz de Dios que es como de fuerte trueno, que resuena aun en la más densa tormenta, de esta manera con ese gran poder y con la justicia perfecta, Dios no oprime al hombre; sino que es el que decide el camino perfecto del hombre; y hace las cosas que siempre van más allá de nuestro propio entendimiento, el hombre necio es el que trata de resolver la voluntad de Dios, esta voluntad que está por encima de nuestro propio entendimiento.

Eliú a través de mostrar a Job al Dios todopoderoso y Justo, exhorta a que el corazón del hombre debe de estar humillado solo delante de Dios, para que de esta manera pueda venerar y adorar a Dios verdaderamente.

¿Quiénes son, pues los hombres necios? Estos son los que tratan de resolver la voluntad de Dios, y los que dudan y no confían en el Dios Justo y sabio.

En este tiempo la palabra me recordó una vez más, quién es Dios, la palabra me mostro al Dios todo poderoso y quien posee la verdadera Justicia, me mostro al Dios Justo que me enseña el camino perfecto para mi vida. Señor quite desde dentro de mí la necedad, que trata de resolver su voluntad.

Señor permita que esta exhortación también sea arraigada en mi corazón y aprenda de la palabra la paciencia ante Dios, a través de esta palabra aprenda del corazón humilde y despojado de la propia justicia que venera y adora verdaderamente a Dios.

Una palabra Dios justo y Todopoderoso .