sábado, 29 de septiembre de 2007

El poder de la FE

Marcos 9:23

Jesus le dijo: si puedes creer al que cree todo le es posible

Después de que Jesus había descendido del monte donde los tres discípulos lo habían visto en la transfiguración, con su poder y gran gloria, ellos llegaron a donde estaban los otros nueve discípulos, una gran multitud y los escribas discutiendo.

Los discípulos trataban de ayudar a un muchacho con un espíritu inmundo y a su padre que sufría, grandemente por ver así a su joven hijo. Aunque los discípulos habían hecho exactamente como en otras ocasiones, para poder sacar a los demonios, en esta ocasión no podían sacar a ese espíritu. La actitud hostil y de acoso de los escribas solo trataba de poner en evidencia a los discípulos, para que las personas dejaran de creer en Jesus, poniendo en duda la potestad dada a los discípulos.

Las personas se asombraron al ver un poco de los rastros en Jesus de la transfiguración que aun lo hacían ver con poder y gloria celestial, Jesus pregunto, ¿Qué disputáis con ellos?, los escribas en ese momento no refutaron ni una palabra en lo absoluto y solo pudieron retirarse de la discusión. El padre del muchacho encontró así la oportunidad de entregarle su problema a Jesus, en el interior del padre había desesperación y dolor de encontrar así a su hijo. El demonio intentaba matarle y sabía que si no sanaba a su hijo ese daño seria irreversible este hombre veía como la vida de su hijo poco a poco se estaba secando, estaba muriendo lentamente, en Jesús encontró la esperanza verdadera para sanar a su hijo y librarlo de este demonio.

Los discípulos no pudieron sacar a este demonio de dentro del joven, habrían estado buscando y recordando una y otra vez las ocasiones en que habían sacado a los demonios, como le habrían hecho y que cosas habían dicho. Pero en esta ocasión ellos no pudieron ni siquiera intimidar a este demonio dentro del muchacho.

Era muy probable que los discípulos hubieran aprendido a depender más en sus propias experiencias que en Dios directamente. Ellos se conformarían con pensar que en otras ocasiones habrían sacado a los demonios y que sería fácil poder volver a hacerlo. Los discípulos tenían la potestad para sacar a los demonios, esta potestad que Jesús les había dado y de esto no hay duda, ¿Entonces porque no habría podido sacar a este demonio? La primera vez que Jesús los enviaba de dos en dos, y sin nada físico o terrenal, en que confiar, solo les quedaba el depender en Dios. Dependiendo en Dios y teniendo la fe en Cristo ellos pudieron desafiar lo que les parecía imposible. Pero ahora de relajaron espiritualmente y comenzaron a confiar en ellos mismos.

Muchas veces dejo de confiar en Dios para hacer su obra, y solo intento hacer la obra con mis propias fuerzas, las primeras veces que salía a la pesca, cuando recién fui establecido discípulo, lo hacía confiando completamente en Dios, sabía que no era bueno hablando delante de las personas y menos si ni sí quera las conocía, no conocía mucho de la biblia, y no sabía cómo llevar un estudio uno a uno en campus. Sin embargo no pensaba en eso, sino que solo pensaba que Dios me había establecido como discípulo de Cristo y que ahora me permitía salir a la pesca y predicar su palabra, solo confiaba en Dios para hacerlo, yo quería hablar sobre Jesús, y que otros escucharan y conocieran a Dios, y aunque algunos no aceptaban no me desanimaba porque me fortalecía con los estudiantes que aceptaban a Jesús, y me fortalecía con Dios mismo en oración. Sin embargo en este tiempo solo he tratado de hacer la obra de Dios con mi vida y con mis propias fuerzas, en la dirección concreta de predicar en el CUAAD, solo pude ver que sería muy difícil predicar la palabra ahí porque trabajo justo al otro extremo de la ciudad y solo puedo pensar que esta muy retirado, he buscado predicar en otros campus de ese centro pero ni siquiera ahí he hecho la obra de Dios. He sido el pastor que no depende en Dios y que no desafía mi situación para predicar la palabra.

Jesús Dijo: ¡Oh Generación incrédula! ¿Hasta cuando he de estar con vosotros? ¿Hasta cuando los he de soportar?, Jesús se molesta cuando le digo que no puedo servir la obra, o que es difícil el siquiera pensar en ir hasta el CUAAD, para servir a los jóvenes universitarios, mi interior se llena de fatalismo, cuando solo veo lo que no tengo para servir la obra de Dios, debo que tener en mi interior el espíritu de los cinco panes y los dos peses para servir a Dios, entregar aun en lo poco todo para Dios y de esta manera tener la esperanza de que Dios crezca todas estas cosas para dar gloria a su nombre.

Cuando el hombre ora a Jesús diciéndole “si puedes”, en otras versiones de la biblia (diferentes a Reina Valera 1960) Jesús le reprende, diciéndole ¿Cómo que si puedo?, claro que es evidente que Jesús puede, él es el hijo de Dios el todo poderoso, para el todo es posible.

También tengo la convicción que Dios me llamo para servirle y para entregarle mi vida, se que Dios quiere que vaya y crezca a los discípulos de Cristo, desde el CUAAD de la universidad de Guadalajara, que entregue mi vida para que sea herramienta y que con ella Dios haga la obra, me arrepiento porque en mi interior hay fatalismo, y hay incredulidad para hacer la obra de Dios, olvide en depender en la voluntad de Dios y comencé a hacer la obra de Dios por mi cuenta, fallando en cada uno de mis intentos. Quiero adquirir el espíritu de desafío, y el espíritu de conquista, quiero tener la misma dependencia en Dios al salir a la pesca como cuando fui establecido discípulo. Jesús me dice: “si puedes creer al que cree todo le es posible”, Quiero tomar este versículo como mi versículo clave de octubre – Diciembre, y con este hacer cada una de mis oraciones para servir la obra de Dios confiando absolutamente en Dios y haciendo que las cosas que parezcan imposibles sean posibles, solo creyendo en la voluntad de Dios.

Señor gracias por esta palabra que me la permite en este tiempo, permítame hacer la lucha espiritual para desafiar la situación que parece desfavorable y hacer la obra de Dios para darle gloria a su nombre.

Señor gracias que me llama y que pone en mi vida la dirección concreta para servir la obra, permítame aprender el espíritu de desafío y de conquista para servir las tierras de los centros universitarios, creciendo y estableciendo a los discípulos de Cristo en este año desde el CUAAD.

Una palabra, si creo es posible.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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