sábado, 28 de febrero de 2009

Cuando el evangelio desafía la cultura

Hechos 19:23-41

Versículo clave 19:23

Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del camino


La palabra de Dios estaba haciendo cambios importantes, no solo en Éfeso sino en casi toda Asia, la palabra estaba siendo predicada a los hombres y se les enseñaba sobre el único y verdadero Dios. De esta manera muchos estaban siendo transformados y ellos dejaban de creer en los falsos dioses hechos con manos de hombres.

Esto fue un gran cambio a través de la obra de Dios, sin embargo así como surge la obra maravillosa de Dios, a través de la predicación de sus siervos, también hay una obra grande de Satanás, que intenta apagar la luz de vida que trae la palabra de Dios.

En ese tiempo, había un hombre llamado Demetrio, quien era platero y su oficio era hacer pequeños templecillos de plata para adorar a la diosa Diana. Debido a que la obra de Dios estaba surgiendo en gran manera, los hombres estaban dejando de creer en las figuras y en los dioses falsos, e inmediatamente se vio afectado con una pequeña crisis de entre los que se dedicaban a este oficio de crear señales y figuras para los dioses falsos.

Si bien estos hombres obtenían de ahí su dinero, para poder sustentarse y alimentarse, el oficio que hacían en ninguna manera agrada a Dios, ellos se enriquecían a causa de la ignorancia de los hombres, y el problema no solo fue para ellos, sino que, a favor de la obra de evangelización, ya muchos no asistían al tempo de la diosa Diana.

Satanás utilizó la vida de estos hombres para armar un levantamiento en contra de la obra de evangelización liderada por Pablo, y a causa de este levantamiento algunos colaboradores de pablo fueron capturados, sin duda ese sería un golpe fuerte para la obra de evangelización que pegaría a los más jóvenes en la fe. La palabra llegó a los corazones de los hombres, y esta palabra hizo cambiar el sistema de valor de los hombres, reconociendo a Jehová como el único Dios verdadero.

El Evangelio que pablo y sus colaboradores predicaban desafió a la cultura de idolatría de los pueblos, y algunos hombres de estos pueblos se levantaron en contra del evangelio. Si la obra de predicación de pablo no hubiera levantado un revuelo, entonces no estaba bien hecha la obra de predicación, ya que el predicar la palabra de Dios esta palabra hace una revolución espiritual, esa revolución espiritual, hace el cambio radical en los hombres, de esta manera se fortalece no solo la fe de Pablo y sus colaboradores sino de los hombres recién adquiridos para Dios.

Al predicar la palabra de Dios en los campus universitarios, también estamos haciendo una revolución espiritual, y toda revolución trae consigo cambios, y conflictos; la palabra predicada hace que los jóvenes crean en Jesús, y aceptan la sangre de Jesús en su vida, y esa sangre es la que cambia completamente la vida de las ovejas. Y muchos creen en Jesús, sin embargo hay otros que rechazan la palabra y hacen pequeña persecución y defienden sus idealismos y tradiciones.

De la manera en que Dios está haciendo su obra en los campus universitarios, también Satanás tiene el plan de desacreditar esta obra, y trata de sembrar la confusión a los jóvenes con doctrinas humanas, falso amor, materialismo, y si bien no hay una persecución como a antepasados de fe, si tenemos que luchar contra el pasamiento de los jóvenes universitarios que se aferra a esas doctrinas humanas, el evangelio desafía a los idealistas, y a los que siguen doctrinas de los hombres. Pero en la palabra de Dios es donde los jóvenes encuentran la verdad verdadera, y donde encuentra el verdadero propósito de su vida.

En este movimiento de pesca estamos sembrado la palabra y haciendo la invitación a los jóvenes universitarios para que ellos también escuchen esa palabra, oro para poder hacer una revolución espiritual en cada uno de los corazones de los jóvenes universitarios, ellos puedan dejar de arraigar su corazón en idealismos de los hombres y falsas doctrinas, y puedan cambiar, el amor humano, el materialismos y todos los idealismos, por el amor verdadero y la palabra de Dios en sus corazones.

Para esto hace falta mucho predicar en los campus, oro para que con el movimiento de pesca, surja un reavivamiento no solo en los campus y en los jóvenes, sino en nuestro propio corazón y con ese corazón ardiente salgamos a servir la obra a los jóvenes y hacer la revolución espiritual, de esta manera el evangelio y la palabra de Dios pueda desafiar cualquier ideología de los jóvenes universitarios, y les haga creer solamente en Jesús.

Gracias padre por este movimiento de pesca, denos el espíritu esforzado y valiente, de soldado de Cristo para llevar la palabra a los universitarios, predicando el evangelio y desafiando al pecado de los jóvenes. Sembrando la palabra en los campus pronto podamos ver la obra y los frutos espirituales. Oramos para que use las vidas de sus siervos para llevar la invitación 300 veces en los campus universitarios, y desde esa obra de evangelización podamos llevarle a usted los frutos espirituales.

La palabra con espíritu desafiante.

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