martes, 15 de abril de 2008

Como un padre amoroso, Dios también disciplina.


Jeremías 46:1-28

        Todas las personas de Judá, esperaban en el triunfo de Egipto, pensaban que Egipto derrotaría, a los de Babilonia y de esta manera serían salvados los de Judá. Pero la voluntad de Dios no era la misma. Los de Babilonia le hicieron ver una devastadora derrota al Faraón.

        Dios utilizó a los de Babilonia, ahí estaba su mano, de esta manera los que esperaron en Egipto la solución para su vida no la encontraron. Dios disciplino a su pueblo, haciéndoles esperar solo en el Dios soberano.

        Dios es nuestro padre, el que tiene el amor verdadero, solo en el podemos esperar verdaderamente, Dios es el padre amoroso que disciplina, el que corrige nuestro andar y el que nos enseña la verdad.

        Todos los acontecimientos de nuestra vida (aunque en ese momento no lo parezcan) son la voluntad de Dios. Los de Judá solo pensarían en un Dios vengativo, o que solo quiere castigar, pero Dios quiere enseñarles la verdad, y el propósito de su  vida, este es, escuchar y obedecer la palabra, agradar a Dios, y solo esperar en el.

        Mentiría si te dijera, que solo escucho la palabra, la obedezco al 100% y que solo espero en el, la verdad es que en ocasiones es difícil hacerlo, y esta es una lucha que enfrento cada dia, a veces gano y veces pierdo, pero cada dia quiero entrenar mi corazón para servirle solo a Dios.

        Al final del dia siempre se hace la voluntad de Dios, obedezca o no la palabra,  Por eso quiero solo obedecer la palabra de Dios. Quiero dejar mi corazón necio que solo se preocupa por servirse a si mismo y quiero solo servir a Dios, y esperar solo en su voluntad.

        Una palabra: Espera en Dios soberano.


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