lunes, 21 de abril de 2008

EL TIEMPO DE JESÚS Y EL DE SUS HERMANOS

Juán 7:1-13 [7:6]

“Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.”

Cuando faltaba poco tiempo para la fiesta de los tabernáculos, Jacobo, José, Simón y Judas querían ver a Jesús mostrándose al pueblo en esta fiesta, los hermanos de Jesús querían verlo como alguien bien conocido por todos, reconocían sus milagros pero nunca a Jesús como el hijo de Dios. No entendían bien como con los milagros que hacia Jesús, no aceptara el reconocimiento de todos.

Aunque Jesús amaba a sus hermanos su prioridad no era agradarles a ellos sino a Dios, Jesús entrego toda su vida para Dios, ya que esta era su misión. Y el mostrarse a todo el pueblo, en ese momento solo estorbaría la obra de Dios.

Mientras que los hermanos de Jesús serian bien aceptados por todos incluso por los judíos, Jesús seria siempre aborrecido, la vida de Jesús solo estaba sujeta a Dios, y con esto Jesús no comprometió su vida con los hombres o con el mundo, en cambio expuso claramente el problema de los hombres y su pecado, y por esto el mundo le aborrecía.

Jesús siempre espero el tiempo de Dios para su vida, el mostrarse al mundo como el hijo de Dios, como el Cristo y como el cordero de Dios, y que el mundo creyera completamente en su interior, sería el momento de Jesús en la cruz, y aun este no era el tiempo correcto para este acontecimiento.

Jesús espero el tiempo de Dios tanto para su vida como para su muerte. Dios tiene el plan perfecto para cada uno de nosotros, Dios tiene ya escrito la historia de mi vida, yo quiero participar bien en esta historia, Siendo Dios quien dirige mi vida, entonces quiero esperar el momento perfecto, es decir el de Dios, para cada uno de mis acontecimientos.

En ocasiones, siento que muchos acontecimientos en la obra de Dios pasan muy rápido y en otras veces siento que la obra va un poco lenta, pero esto es porque estoy esperando la obra de Dios con mi tiempo y no con el de Dios. Cuando preparaba este pan, me preguntaba, ¿cómo es que Jesús conocía cuando era el tiempo de Dios?, yo se que la respuesta más obvia es que Jesús mismo es Dios, pero ¿cómo reconocería exactamente el tiempo de Dios padre?, Jesús siempre estaba en oración, cuando llamó a sus discípulos, Jesús estaba en oración, en el monte de los olivos cuando estaba cerca el tiempo de la crucifixión, Jesús estaba en oración, y reconoció que era la voluntad de Dios, y el tiempo para ello, aun en la cruz Jesús oro por los hombres que no sabían lo que hacían, y dijo que la obra de Dios era consumada.

Jesús reconoció siempre el tiempo de Dios, a través de la oración, quiero siempre orar para buscar el tiempo de Dios, quiero esperar activamente el tiempo de Dios, para que pueda ver la gloria de Dios en los campus universitarios, y que todos los estudiantes crean en Dios y vengan y sean crecidos muchos líderes en cada uno de los campus universitarios, quiero esperar ese tiempo de Dios, orando, predicando el evangelio en los campus universitarios de esta manera llevando la palabra, prepare mi corazón y el de los universitarios con la palabra de Dios, para cuando llegue ese tiempo de Dios, podamos alabarle con gran voz.

Señor permítame seguir bien el tiempo que usted marca en su obra, quiero esperar siempre este tiempo activamente, preparando mi corazón a través de la palabra. Usted es el padre soberano, quien guía mi vida, oro para que mi corazón siga siempre bien esa guía.

El tiempo perfecto de Dios.

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